El show político debe
continuar, los opositores del gobierno de Correa vuelven a las calles como
tontos útiles del gobierno de EE.UU quienes simultáneamente están
desestabilizando países latinoamericanos como Ecuador, Venezuela, Bolivia,
Argentina, Brasil con financiamiento, logística, entrenamiento y claro, con el
manual de Gene Sharp “De la Dictadura a la Democracia”, que sirve para
concretar mediante levantamientos y protestas, y ayuda de los medios privados
de comunicación, el derrocamiento de los gobiernos que no se han alineado
geopolíticamente con EE.UU y que molestan estratégicamente. Suena crudo pero es
la realidad, el manual de Gene Sharp dio resultado en países como Serbia,
Ucrania, Túnez o Egipto, se derrocaron gobiernos que no eran afines a EE.UU y
se instauraron las peores tiranías como el caso de Ucrania cuyo golpe de Estado
dio el poder a unos fanáticos nazis que desataron la guerra civil con la gente
éticamente rusa. Los golpes de Estado a la fuerza traen nefastas consecuencias
que incluyen guerras fraticidas e incluso invasiones u ocupaciones. La CIA está
trabajando simultáneamente en varios países del mundo para derrocar con golpes
de Estado “blandos” a los gobiernos no alineados al imperio, que incluye la
Rusia de Putin, el Brasil de Roussef, o el Ecuador de Correa. Los golpes
“blandos” consisten en levantamientos populares monitoreados y financiados por
la CIA para pedir el derrocamiento de los gobiernos democráticamente elegidos.
Cuando los manifestantes ejercen la violencia sobre la policía, esta reacciona
y se desata el enfrentamiento físico entre las fuerzas gobiernistas (policías,
militares) y las fuerzas anti-gobiernistas (manifestantes, infiltrados). Las
violentas protestas en Ecuador realizada no solamente por gente que se cubre la
cara, provoca una reacción policial que puede desencadenar disparos y muertos
que serán culpados al gobierno de Correa para que sea visto como represivo y
pierda legitimidad popular. Es obvio que los troles contratados para generar
violencia, lo sepan o no, sirven como tontos útiles a la agenda de EE.UU para
Ecuador y los países de la llamada “Patria Grande”, para derrocar a los
gobiernos que no se han alineado con la geopolítica globalista transnacional.
Ahora bien veamos desde
la otra postura más política que geopolítica, y analicemos las demandas de los
anti-correístas como lo de la re-elección indefinida. Acordémonos que el primer
presidente del país Juan José Flores así como Gabriel García Moreno querían
perpetuarse en el poder cambiando la constitución sin preguntar al pueblo, por
eso Flores fue derrocado por la revolución marcista y García Moreno fue
asesinado por un complot liberal masón. No
lograron perpetuarse en el poder. Es por eso que Correa debe
preguntar primero al pueblo en una Consulta Popular si desea o no la
re-elección indefinida. Lo más sensato sería que en el 2017 Correa se dé un
descanso de 5 años y de la posta del poder del Partido Alianza País (posibles
candidatos, Lenin Moreno, Gabriela Ribadeneira, Jorge Glas…) en elecciones y
ver si gana a la oposición conservadora de Guillermo Lasso, Jaime Nebot, Alvaro
Noboa, Mauricio Rodas o Andrés Paez. Si gana Alianza País, se rectifica que la
Revolución Ciudadana sigue en pie, pero si pierde es posible que cualquier
títere de EE.UU de la oposición anti-correísta llegue al poder para volver al
saqueo transnacional de nuestros recursos. Acordémonos que fue el gobierno de
Correa que devolvió las ganancias por los recursos naturales al Estado, antes
del 2007 más del 80% se lo llevaban las transnacionales. Ecuador se alió a
China, Brasil, Rusia, Irán, Tailandia, para vender sus recursos, con quien
tiene mayor transacciones comerciales, si vuelve un gobierno de derecha lo
primero que va hacer es “recortes” para pagar la “deuda con China” o
simplemente volver a dejar que las transnacionales de EE.UU y Europa vuelvan a
saquear como antes nuestras tierras para que sea la élite burguesa que se
beneficie de los recursos vendidos. Volvería el país del neoliberalismo por el
cual se privatizaba todos los servicios y se lamía las botas al FMI haciendo
todo lo que imponga esta entidad financiera monstruosa en cuanto a recortes
sociales y privatización.
Que
pena decir que el grupo indígena que pretende derrocar a Correa le está
siguiendo el juego a EE.UU para que vuelva al Ecuador un gobierno neoliberal
pro-estadounidense sometido al FMI, y privatizado sus recursos para la mafia
transnacional. Si Lasso, Noboa o Nebot llegan al poder sería nefasto para el
país porque las élites burguesas volverán a prostituirse a EE.UU, y una igual
tiranía totalitaria se instauraría pero apoyada por la verdadera tiranía y
dictadura “democrática” que es EE.UU, el país que más vigila y controla a sus
ciudadanos, con más de dos millones de presos, donde no hay libertades civiles
ni privacidad, donde un policía blanco sale libre cuando mata a gente de raza
negra, donde la corrupción es galopante… Vaya país alabado por los opositores
de Correa que piden a gritos una intervención directa de EE.UU para sacar a
Correa del poder, como lo hicieron con Gaddafi en Libia en el 2011, eso es lo
que quiere la oposición anti-correísta por el odio tan encarnado que tienen
contra Correa, gracias a los medios
masivos de intoxicación han tratado de desacreditar y deslegitimar toda la obra
realizada por la Revolución Ciudadana, sin embargo, hay un buen porcentaje
todavía que apoya al gobierno, y que defenderá a Correa hasta las últimas
consecuencias. Si continúan las marchas y la violencia, un escenario puede ser
el siguiente: se radicaliza la oposición para que salga Correa del poder, así
mismo se radicaliza el gobierno en cuanto a la represión contra las protestas.
Esto es un espiral desbocado hacia un
agujero negro político de guerra civil y enfrentamiento, los oficialistas y los
opositores continuarán con la guerra mediática, esperemos que los EE.UU no
vengan con paramilitares contratados para desatar la violencia y derrocar a
Correa, como los paramilitares presentes en Venezuela para desestabilizar al
gobierno chavista situación similar que puede generar una escalada de violencia
y estupidez humana.