Aquel malogrado ser humano, con instintos insanos, cobardía y un enfermo deseo de poder, impuso el dogma del “Dios único” para arruinar la psiquis colectiva de la humanidad, para esclavizarla. Este malogrado ser humano, producto de la decadencia, la avaricia, codicia, y afán de poder, impuso una “verdad única” y un “Dios único” como parte de un proyecto “milenario-imperial”, pensado en el albor de los tiempos, de “HOMOGENEIZAR” a toda la humanidad bajo un solo modelo dictatorial, un rebaño de fieras salvajes convertidas en dóciles ovejas, una masificación totalitaria con la venia de “Dios”.
¿Pero quién es este ser humano malogrado que por miedo al Misterio y por un psicópata deseo de poder, se inventó una “verdad”, un “dogma”, un “Dios Gran Arquitecto”, para formar una humanidad moldeada con un “pensamiento único”? La más horrenda y vil corrupción empieza cuando estos dogmáticos ortodoxos, en su afán de control y poder, mienten vilmente para imponer una “verdad”, un “modelo”, una “estructura” (de allí la magnánima hipocresía social). Los que se hacen llamar de “derecha”, quienes también controlan y financian a la “izquierda”, los amos de las marionetas socio-políticas, se basan en las viles hipocresías de “Dios”, “Patria” y “Libertad” para imponer su modelo de esclavitud, explotación y perdición social. Con violencia y terror imponen su “dogma” de manera que el “status quo” de la prisión-civilizada se mantenga intacto. Las mafias sectarias del poder (también llamadas sociedades secretas) manejan a la “izquierda” y a la “derecha”, son quienes mueven los hilos del sistema de acuerdo a genocidas intereses mundanos, como imponer un totalitario Nuevo Orden Mundial bajo un modelo único, gracias a su religión impuesta, a la psicología de masas, a la ingeniería del consentimiento, a una economía globalizada y a la vil filosofía del “establishment” mercantil... para llevar a toda la humanidad a un verdadero suicidio colectivo.
Desde la religión se hizo de la humanidad nada más que toneladas de carnes vacías sin pensamiento, sirviendo a una máquina infernal. Los que impusieron una “verdad” para mantener el modelo de esclavitud y explotación de un humano a otro, son estos aristócratas-psicópatas, quienes también fundaron las demenciales religiones monoteístas del “Dios único”. Estas religiones “abrahámicas” (judaísmo, islamismo, cristianismo) son pieza fundamental de la brutal decadencia de la sociedad humana. Estos seres malogrados y espiritualmente enclenques, esclavos de sus esclavos, los mercaderes del poder, se inventaron al “Dios único” para arruinar al “ESPÍRITU LIBRE” que todos los seres humanos llevamos dentro, de tal forma, que la masiva esclavización sea consentida voluntariamente por los esclavos del “Señor”. Imponen un orden social y moral para arruinar el cuerpo espiritual de las masas y con las palabras “pecado”, “cielo” e “infierno” se perpetua un terrible crimen contra la humanidad.
El judaísmo es la primera secta monoteísta en esta nefasta historia de la decadencia religiosa. Su origen es verdaderamente enigmático. Según sus escritos llamados “las sagradas escrituras”, el primer ser humano era un judío blanco de ojos azules, llamado Adán, creado por el “Gran Arquitecto”, el “Dios único”, en el comienzo de toda las cosas, cuando este “Dios” creador hizo, supuestamente desde la Nada ex nihilo, el Cielo y la Tierra. Sin embargo, ya es comprobado que estos mitos y mentiras religiosas creacionistas, son producto del imaginario colectivo de un pueblo esclavo, que por ceguera y miedo no pudieron afrontar el Misterio de la noche infinita. El Dios único creador representa al Amo de los esclavos fieles, por ello la moral judeo-musulmana-cristiana se basa en el “premio” y en el “castigo”, porque el Amo es castigador con sus esclavos, las palabras “pecado” y “redención” son enfermedades psíquicas, herramientas para esclavizar a la mente, venenos mortales para la salud espiritual.
El origen del judaísmo se encuentra en la cuna decadente de Egipto, cuando Akenatón, el primer faraón monoteísta, impuso la creencia en un solo Dios creador. Para el pueblo politeísta egipcio, los monoteístas eran extranjeros y auguraban la pronta caída de su civilización. Y de hecho, los judíos se sentían “extranjeros” en Egipto y hasta ahora se siguen sintiendo "extranjeros" en todos los países del mundo ( lo que justificó la creación del genocida Estado de Israel). Por eso los otros pueblos tildaron a los judíos de ser adoradores del Dios “extranjero”, el monoteísmo suponía una aberración contra el orden politeísta cíclico que era más armónico con los ciclos del cosmos. Este Dios único extranjero tiene mucha similitud con el dios egipcio Set (también comparado con Satán) ya que era el dios de las zonas “extranjeras”, de “otras dimensiones”. Según el mito egipcio, Set asesina a Osiris, por pura envidia y poder, dando comienzo a una guerra del “cielo” entre Set y el hijo de Osiris, Horus, que venga la muerte de su padre.
Para los mitos egipcios, y para casi todos los mitos de los pueblos humanos a lo largo de la historia, hay varios dioses, y hay una guerra entre ellos, excepto para los monoteístas judíos, musulmanes y cristianos, quienes creen en el mito de que hay un solo Dios en guerra con el “diablo”. ¡ Es decir, que los judíos son los inventores del “diablo” ! La ceguera y el orgullo de un pueblo que piensa que es el “elegido” por su único Dios para una redención de la humanidad, los obligó a inventarse al “diablo” quien sería su opositor, su adversario, el rebelde necesario, el “chivo expiatorio”, que pelearía contra la “creación” del supuesto “Dios”. Este infame mito monoteísta es la esencia misma del Maligno, del Mal supremo, ya que antes del monoteísmo judeo-cristiano-musulmán, no había ni Dios ni Diablo, sino una multiplicidad infinita de dioses y creencias, que ponían énfasis en el principio de polaridad, en la unidad de los opuestos, luz-oscuridad, vida-muerte, dolor-placer, ying-yang, etc. La brutal decadencia viene con la alienante separación del dios-bueno y el diablo-malo.
Después de seis mil años de monoteísmo, hemos visto que la humanidad está en la más oscura y horrible de las decadencias morales y espirituales, en un verdadero infierno en tierra donde el MAL reina en las cuatro esquinas del mundo. La ruina, la esclavitud, la idiotez, el sin sentido, corroe a la psiquis colectiva de este mundo insano dirigido por la “derecha” del diabólico Dios. Miles de millones de ciegos y esclavos siguen rindiendo pleitesía a los corruptos “elegidos” de su mentiroso mito monoteísta, y siguen colaborando con el orden mercantil establecido con mentiras y masacres, para beneplácito de las oligarquías mundiales. Las aristocracias psicópatas de la derecha mundial, quienes mantienen a las masas embrutecidas y enceguiecidas, los amos del Vaticano, Opus Dei, Jesuitas, francmasones, Illuminati, aun adoran a la fuerza demoníaca del Dios único, pues ellos son los que mantienen intacto este infierno en tierra…