Cuando me refiero a la filosofía política, no lo hago con ese afán intelectualoide que tanto abunda en los círculos académicos y en corrales universitarios, donde el pensamiento ha sido brutalmente envenado por los ogros ideológicos que sostienen al “establishment”. Estos roedores intelectualoides diseñan los pensamientos y conductas en el reino de la hipocresía y del egoísmo del contemporáneo mundo insano. Ellos sirven al sistema de la mezquindad y de la podredumbre, y se han llamado a sí mismo “filósofos”, “sociólogos”, “científicos”, “psicólogos”, “periodistas”, “maestros”, etc. solo por haber adquirido un cartón con cómodas cuotas de falsía y mediocridad. La infamia académica justifica y defiende la corrupción del imperialismo mental del sistema, el lavado cerebral, la ruina del espíritu humano en pos de una cada vez más insana sociedad materialista-esclavista. Ellos son artífices del más decadente e insano sistema social.
Así que no me referiré a la filosofía política como lo hace una rata académica, lo haré de la forma más transparente y honesta, para reflexionar acerca de la relación entre seres humanos sin ninguna ideología, para pensar sobre el “poder sobre otro” (política) y la consecuente explotación delincuente de un humano sobre otro, gracias a las falacias filosófica-ideológicas de unos cuantos traidores psicópatas. Pues la filosofía política sirve también para analizar las herramientas ideológicas que el Imperio genocida usa para esclavizar y arruinar a la humanidad, como lo es la nefasta idea del Estado-burgués-nación y sus ramificaciones capitalistas y socialistas, que sostienen al sistema jerárquico defendido desde el Estado militar y policial, el cual solo sirve para que los ricos succionen la energía de los pobres y así mantener la perpetua esclavitud. La filosofía política desenmascara
Nadie es superior ni inferior a nadie, la ignorancia y el racismo han derramado ya ríos de sangre en la infame historia humana por imponer un Orden Imperial con brutalidad y “limpieza étnica”. El primer ser humano que inventó las ideas de autoridad, jerarquía, superioridad, estaba cometiendo el peor de los genocidios. El autoritarismo es la más letal de las decadencias humanas, imponer un orden con violencia reproduce más violencia, nadie tiene derecho a imponer nada, menos obediencia y sumisión (recordemos la máxima de que “las leyes fueron hechas para romperlas, el que inventó la prohibición, inventó la desobediencia”). El “poder sobre otro” nace de un afán enfermizo por dominar y mandar por intereses mezquinos y egoístas, de codicia, ambición, imperialismo, “sed de poder”. El instinto de la obediencia y del mando es producto de la decadencia humana. La voluntad de ser esclavo equivale a la voluntad de mandar, ya que el mando de los “poderosos” es más esclavizante que la ciega obediencia, todo aquel que sienta deseo de “poder sobre otro” no es más que un ser con instintos apestados y enfermos, que anhela la esclavitud total y la ruina de la humanidad.
Las sociedades secretas que ostentan el poder imperial son los verdaderos motores de la infame historia humana, los agentes de la corrupción, los que mueven al títere del Estado-burgués-nación en pos de un Imperio Mundial, los amos de las corporacionaes transnacionales, bancos mundiales, ong´s, fruto de los más bajo y vil que hay en el ser humano. La sociedad jerárquica del “establishment” es solo una réplica de una “sociedad secreta”, el que más dinero tenga es el que manda bajo el modelo piramidal de superioridad e inferioridad, por racismo e ignorancia. Además, mientras exista el “secreto” siempre va haber hipocresía, falsedad, miseria humana, mentira, sed de poder. Con este modelo político de la verticalidad piramidal, el ser humano está cavando su propia tumba, condenado a mandar y a obedecer, condenado a la esclavitud, pues si no hubiera nadie con complejos de inferioridad que obedezca, nadie mandaría, las sociedades secretas desaparecerían, y con ellas su enfermo deseo de poder.
Las sociedades secretas se creen baluartes del “conocimiento”, ya que el “conocimiento es poder”, lo utilizan para esclavizar y hacer daño, como magia negra para arruinar la psiquis colectiva y forjar la esclavitud mental y espiritual, psicología de masas y propaganda con sigiles de lavado cerebral y masificación, prostitución y corrupción académica esparcida en toda la sociedad por el control del conocimiento. Son los más fríos asesinos manipuladores, los más descarados tramposos y farsantes, los más delirantes psicópatas. Además, muchos investigadores han denunciado que estas sectas de “poderosos brujos de la peor calaña” realizan rituales de magia negra como sacrificios humanos, derramamiento de sangre de niños e invocaciones a fuerzas trans-dimensionales de dispersión y ruina, para provocar vibraciones negativas en el inconciente colectivo, mantener el letargo y zombificación en la sociedad, y seguir manipulando a las masas hacia sus objetivos de esclavitud total y perdición.
Estos humanos insanos, ambiciosos hasta la médula, esclavos de su poder, son parapetos moldeables bajo los designios de los “superiores desconocidos” que han planeado desde hace milenios un Imperio Mundial del terror. Usan caretas humanas, son camaleones traidores, agentes del doble-discurso, su insana moral consiste en siempre mentir, traicionar y decepcionar… alerta…