Monday, September 17, 2007
MADRE ÁFRICA EN AGONÍA
Lo que está pasando en este instante en el continente africano es una vergüenza para toda la humanidad. La miseria, el hambre, la guerra civil, las pestes creadas en laboratorios de los EE.UU como el SIDA y el Évola, las políticas racistas de exterminio humano propiciadas por la criminal “globalización-blanca-zionista”, están diezmando a la población de raza de negra por puro racismo y odio. Agentes de la CIA infiltrados en los gobiernos totalitarios y en los movimientos rebeldes provocan conflictos para desatar la guerra civil entre los pueblos y así incrementar las ganancias del suculento negocio del mercado de armas, además de dar campo libre a las corporaciones transnacionales para la explotación de las riquezas naturales como diamantes, petróleo, oro, minerales, etc. La relación entre corporaciones transnacionales y para-militarismo es evidente en el África. En varios países como el Congo, Ruanda, Burundi, Uganda, Sudán, Zambia, Botswana, y muchos otros, sufren no solamente por la extrema pobreza, sino también por las guerras fraticidas de exterminio humano propiciadas desde los gobiernos de occidente. Cientos de masacres ocurren todos los días sin que ningún medio de comunicación de la hipocresía occidental diga algo al respecto, ya que el racismo es institucionalizado y tratado como política de Estado. A muy poca gente, realmente, le importa que es lo que ocurra en este continente olvidado, excluido, explotado y vejado.
¿Pero cómo pudo África llegar a tal estado de agonía socio-política? Esta atrocidad tiene su historia, y una historia cruda y cruel. Cuando el “hombre blanco”, con su ciega e insana sed de poder, ambición, codicia, llegó al África a colonizarla durante varios siglos para saquear las riquezas como buitres carroñeros, y esclavizar a toda la población negra, se estaba realizando el más horrible oprobio de los últimos tiempos. Pueblos enteros fueron esclavizados y tratados como menos que “animales” con la violencia más bruta y absurda, propia del hombre blanco europeo quienes llegaron con pólvora y terror para someter al pueblo africano y rebajarlo al estado de la esclavitud perpetua. Fueron extirpados de sus tierras para exiliarse como esclavos en tierras lejanas como Europa y las recientes colonias europeas-americanas, como si los seres humanos fueran tan solo cosas para ser usufructuadas, como si la vida humana no tuviera ningún valor. El hombre blanco europeo, el verdadero cáncer de la humanidad, colonizó al África destruyendo y devastando culturas enteras, causando dolor y desarraigo, devastación y esclavitud. La ideología racista europea de que el hombre blanco es superior al resto de razas tiene sus raíces en una profunda ignorancia e idiotez, y en una desmedida ambición imperialista. Desde las primeras expediciones de los europeos en África, la imposición del modelo blanco-occidental en los países de raza negra constituyó la ruina del pueblo africano y la sangrienta victoria del Imperio blanco, quien se adueñó de este continente para saquear las riquezas naturales y esclavizar a la población negra. Esta ignominia no puede ser olvidada por los pueblos que anuncian hoy en día con gritos de indignación la pronta EMANCIPACIÓN.
Es cierto que la “historia oficial” es escrita por los tiranos vencedores, pero los “hechos históricos” jamás serán olvidados por los vencidos. Y un pueblo que no recuerde estos hechos históricos es un pueblo castrado y lisiado. La colonización del África (también de América y de Asia) por parte del hombre blanco europeo fue brutal, devastadora y sangrienta. Recordemos por ejemplo las atroces masacres que realizaron los ingleses en Sudáfrica o los franceses en Argelia para instaurar su sistema de appartheid racista y excluyente durante décadas. Es difícil comprender como fueron sometidos los pueblos africanos por la fuerza bruta del hombre blanco, pero la realidad histórica forma parte de esta ignominia humana. Los colonos europeos y su enferma ambición imperial diseñaron el nuevo mapa político del África de acuerdo a conveniencias mercantiles, dividiendo y separando a las tribus nativas, y causando así conflictos fraticidas eternos que están llevando a toda África a la agonía total. Como por ejemplo, Zimbabwe, país que en el siglo XIX se llamaba Rodhesia en honor al infame colonizador inglés Cecil Rodhes, quien quería repartirse toda África para las monarquías blancas europeas, especialmente la inglesa y holandesa. Rodhes era un prominente miembro de la francmasonería-zionista, de los Caballeros de Malta y de la Mesa Redonda , quienes desde hace siglos desean un Imperio Mundial manejado desde Europa y EE.UU, por ello la conquista del África era un asunto primordial para este demente plan imperial. Cuando Rodhes llegó al territorio que es hoy Zimbabwe, se encontró con una riqueza colosal en minerales, oro, recursos naturales y con una población dispuesta a defenderse, sin embargo, la crueldad europea no tiene nombre y millones de personas fueron exterminadas, y el resto de personas fueron expatriadas como esclavos hacia las colonias americanas y europeas. Los blancos se instalaron en el África para vigilar el saqueo de las riquezas y los negros fueron tratados como carne humana para que sirvan de mano de obra gratis para el naciente industrialismo capitalista del sistema europeo.
Millones de africanos expatriados viajaron en condiciones infrahumanas hacia Europa y América. Muchos murieron en el viaje y los cadáveres eran arrojados a los océanos. Y cuando llegaron tan lejos de sus tierras, fueron tratados peor que “animales” para servir a la máquina infernal del industrialismo europeo, industrias de propiedad, obviamente, de los blancos burgueses monarcas. Sin la esclavitud de la población negra africana y sin el saqueo de las riquezas naturales hubiera sido imposible el “desarrollo” del industrialismo judeo-europeo en los siglos XVII, XVIII y XIX, la infamia que llamaron "modernidad".