El siguiente es un extracto del lúcido libro del periodista Jim Marrs "
Rule by secrecy", que describe uno de los brazos muy importantes de la monstruosa Nueva Esclavitud Mundial: las fundaciones "humanistas", las juntas de "beneficiencia", las Instituciones "caricativas"...entre otras viles hipocresías...
Fundaciones sin ánimo de lucro y agencias “alfabéticas”
Hoy en día, sólo en Estados Unidos están en activo más de cuarenta mil fundaciones sin ánimo de lucro. La inmensa mayoría profesan las intenciones más loables, aunque muchas se ve que comparten los objetivos prioritarios de las sociedades secretas, a saber, el globalismo y los gobiernos centralizados.
En 1952, Norman Dodd, director de investigaciones de la House Select Comitee to Investigate Foundations and Comparable Organizations, informó que el presidente de la Fundación Ford le había dicho abiertamente que “actuando bajo las directivas de la Casa Blanca” su fundación iba a “usar nuestro potencial para alterar nuestra vida en los Estados Unidos de modo que pudiéramos relacionarnos cómodamente con la Unión Soviética”. Con el hundimiento del comunismo, el advenimiento de las Naciones Unidas y la OTAN, además de la firma de varios tratados económicos, parecería que este objetivo estuviera cerca de hacerse realidad.
Si echamos un vistazo a las pesquisas de varios autores sobre algunas organizaciones del pasado y actuales y sobre fundaciones relacionadas con los Skull and Bones, el Council of Foreigner Relations (CFR), la Comisión Trilateral, los Illuminati, y otras sociedades secretas nos llevaremos algunas sorpresas. Por citar tan sólo algunas, nombraremos la Agencia de Desarrollo Internacional, la Unión Americana de Libertades Civiles, Consejo Americano de Relaciones Raciales, Instituto Americano de Prensa, la Liga de Anti-difamación, el Buró Árabe, Instituto Aspen, Asociación de Psicología Humanista, Instituto Batelle Memorial, Centro de Estudios Avanzados en las Ciencias de la Conducta, Centro para los Derechos Constitucionales, Centro para los Estudios de Cuba, Centro para las Instituciones Democráticas, la Liga Cristiana Socialista, la Liga Comunista, el Fondo para el Medio Ambiente, Sociedad Fabiana, Fundación Ford, Fundación por el Progreso Nacional, Fondo Alemán Marshall, Instituto Hudson, Instituto para las Relaciones Pacíficas, Instituto sobre Drogas, Crimen y Justicia, Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, Instituto Mellon, Sociedad Metafísica, Grupo Milner, Sociedad Mont Pelerin, la Asociación Nacional por el Avance de la Gente de Color, Consejo Nacional de Iglesias, Fundación Nuevo Mundo, Instituto Rand, Instituto de Investigación Stanford, Instituto de Relaciones Humanas Tavistock, Unión de Científicos Concernidos, Cruz Roja Internacional y la YMCA ( Young Men´s Christian Association).
Por ejemplo, el Instituto Aspen, un “organismo global con influencia diplomática considerable”, con casi 60 millones en activos netos, “actúa con regularidad como anfitrión de presidentes, primeros ministros, filósofos, hombres de Estado, consejeros, asesores, educadores, periodistas, artistas, activistas y un elenco de representantes de corporaciones que rivaliza con la lista de los 500 de la revista Fortune”, escribe Paul Anderson en el Aspen Times Weekly. “Pese a su importancia nacional –incluso, internacional- , el Instituto sigue siendo un enigma para la mayoría de residentes locales y visitantes”.
Fue fundado en la década de 1940 como el Aspen Institut for Humanistic Relations, la referencia al humanismo se quitó en la década de 1970. Entre los fundadores estaban Walter Paepcke, un industrial de Chicago; Robert Maynard Hutchins, presidente de la Universidad de Chicago, controlada por los Rockefeller; Mortimer Adler, filósofo; y un miembro del CFR de los Skull And Bones, Henry Luce, el poderoso jefe de las publicaciones Time y Life, Todos esos hombres estaban relacionados estrechamente a la Universidad de Chicago, afiliada a la Encyclopaedia Británica, Inc.
Después de una serie de acérrimas disputas con la población de Aspen sobre expansión y uso de la tierra, el Instituto continúa utilizando la tranquilidad de la atmósfera de Rocky Mountain para calmar a los asistentes a sus muchos seminarios influyentes y conferencias.
El Instituto de Estudios Políticos (IPS) una organización paraguas que cobija a cientos de diversos grupos que representan tanto a la izquierda como a la derecha dentro del espectro político, está todavía activa en Washington. Es otro ejemplo de una organización vinculada a sociedades secretas. El autor Coleman escribió: “el IPS ha modelado y remodelado las políticas de los Estados Unidos, nacionales e internacionales, desde que fue fundado por James P. Warburg y la rama de los Rothchild de los Estados Unidos, apoyado por Bertrand Russel y los socialistas británicos a través de sus redes en América…los objetivos del IPS proceden de un programa puesto sobre tapete por la Mesa Redonda británica…siendo uno de los más destacados la creación de la “Nueva Izquierda” como un movimiento de bases en los Estados Unidos. El IPS tenía que engendrar conflictos y malestar y extender el caos como incendio incontrolado, hacer proliferar los “ideales” del socialismo nihilista del ala izquierda, apoyar el uso ilimitado de drogas de todos tipos y ser el “gran bate” con el cual golpear al sistema político de Estado Unidos.”
Según Coleman, los fundadores de IPS, Richard Barnett y Marcus Ruskin controlaban elementos tan diversos como las Panteras Negras, Daniel Ellsberg, el directivo del Consejo de Seguridad Nacional, Morton Halperin, los Weatherman, los Venceremos y el personal de la campaña del candidato George McGovern.
El autor S.Steven Powell afirmaba que un objetivo declarado del IPS era el “desmantelamiento de todas las instituciones políticas, económicas, sociales y culturales de los Estados Unidos”. Tras una investigación extensiva justo antes de la caída del comunismo, concluyó: “Un metódico informe (sobre las actividades del IPS) revela que mucho de lo que el instituto hace, todos sus intentos y objetivos, sirven también a los intereses de la Unión Soviética…el IPS ha obtenido un éxito notable al promover un programa radical bajo la fachada de un centro de investigación erudito y liberal”.
Según los investigadores, muchos de los fondos del IPS proceden de organizaciones relacionadas con el CFR, entre las cuales está la Rubin Foundation representada por el gabinete jurídico de Nueva York Lord, Day & Lord. La familia Lord cuenta con numerosos miembros en la lista de los Skull And Bones desde 1898: Winston Lord (La Orden, 1959), el antiguo secretario adjunto de Henry Kissinger, en 1893 fue presidente del CFR y más tarde embajador en China por el presidente Reagan.
El ubicuo y presidente durante mucho tiempo de la Fundación Ford Mcgeorge Bundy (miembro del CFR, de la Skull And Bones, y consejero de Seguridad Nacional) fue quien presidió el incidente del Golfo de Tolkin que precipitó la guerra de Vietman.
A mediado de la década de 1980, un movimiento a favor de reescribir la Constitución de Estados Unidos ganó fuerza en parte debido a la labor del Centro de Estudio de las Instituciones Democráticas, que se creó gracias al dinero de la Fundación Ford. La iniciativa fracasó en medio de una gran oposición.
La visión del mundo que tenían los ricos fue transmnitida a muchos estudiantes a través de grandes centros educativos como el London School of Economics and Political Science. Los fondos para la creación de esa escuela procedía de la Fundación Rockefeller, el Carnegie United Kingdom Trust Fund y otras instituciones relacionadas con J.P. Morgan & Company. Syney James Webb, un miembro fundador de la Sociedad Fabiana, fundó esta prestigiosa escuela.
Creada en Londres en 1883, la Sociedad Fabiana era un grupo de socialistas evolucionistas que tomaron su nombre del general romano Fabio Cunctator, quien derrotó al gran ejército de Aníbal mediante una serie de ataques relámpago. Al evitar enfrentamientos frontales, Fabio pudo conquistar el poder a largo plazo. Los socialistas fabianos, cuyo objetivo era “la reorganización de la sociedad a partir de la emancipación de la tierra y el capital industrial de la propiedad individual y de clase”, tomaron nota de Fabio.
De hecho, la cuestión de la táctica era la única diferencia entre los socialistas fabianos y comunistas. Donde los comunistas deseaban establecer gobiernos socialistas a través de la revolución, los fabianos se contentaban con dirigirse lentamente hacia el socialismo a través de la propaganda y la legislación.
Una vez los fabianos fueron recriminados por sus métodos por parte de uno de sus miembros más relevantes, el autor H.G Wells. En 1906 Wells dijo: “encuentro en nuestra sociedad…un curioso concepto de astucia, algo como una creencia de que el mundo debe ser embaucado por el socialismo sin que lo sepa”. Más que aceptar esa llamada a una mayor claridad, los fabianos ignoraron a Wells y continuaron con sus tácticas del sigilo y subterfugio.
Otros importantes fabianos fueron George Bernard Shaw y el economista inglés John Maynard Keynes, cuya “nueva economía” de una mayor endeudamiento y un control económico más ajustado por parte del gobierno era el sostén principal de la economía norteamericana hasta la llegada de los “reaganomics” y una “Contrarreforma” instigadas por el economista Milton Friedman de la Universidad de Chicago y sus teorías monetarias.
Después del fracaso en conseguir los ideales socialistas dentro de los partidos conservadores y liberales de Gran Bretaña, los fabianos formaron en 1906 el poderoso Partido Laborista británico.
A principios del siglo XX, el fundador de la Sociedad Fabiana, Webb reorganizó la Universidad de Londres en una federación de instituciones de enseñanza, redactando la Britain´s Education Acts en 1902 y 1903, y fundó la London School of Economics.
Entre los estudiantes famosos de la London School of Economics cabe destacar a David Rockefeller, Joseph Kennedy hijo y su hermano más joven, el futuro presidente John F. Kennedy, Robert Kennedy hijo, el futuro senador Daniel Moynihan, el autor Zecharia Sitchin y el locutor Eric Sevareid.
Las agencias “alfabéticas” gubernamentales susceptibles de ser controladas por sociedades secretas no sólo incluye a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) sino también al Consejo de Seguridad Nacional (NCS), el Federal Bureau of Investigation (FBI), la Nacional Security Agency (NSA), Defense Intelligence Agency (DIA), Nacional Reconnaissance Office (NRO), Drug Enforcement Agency (DEA), Bureau of Alcohol, Tobbaco and Firearms (BAFT), Internal Revenue Service (IRS), la Agencia Federal de Emergencias (FEMA), y muchas otras. Esas agencias son ellas mismas secretas, por razones de seguridad nacional, privilegio ejecutivo o a la necesidad de proteger a informantes o documentación criminal.
Un ejemplo importante del estrecho control del gobierno interior por parte de los miembros de las sociedades secretas pueda encontrarse en el Consejo de Seguridad Nacional que, desde su creación mediante la Nacional Security Act de 1947, ha dominado las decisiones políticas norteamericanas incluidas aquellas que han conllevado el uso de la fuerza armada. La mayoría de los norteamericanos no tienen ni idea de quiénes forman parte de la poderosa NSC. Probablemente las sorprendería saber que los miembros principales del consejo, como son el presidente, el vicepresidente y los secretarios de Estado y de Defensa, son puestos predominantemente ocupados por miembros del CFR o de la Comisión Trilateral a lo largo del siglo XX.
Si los más altos cargos del gobierno y los negocios están controlados por las sociedades secretas, como sostiene la mayoría de los escritores que han investigado sobre este tema, entonces las actividades de las sumisas agencias y divisiones deben de ser de poca monta. Los burócratas del gobierno –trabajadores honestos y bienintencionados para la mayoría de la gente- simplemente siguen órdenes y políticas impuestas por sus superiores. Muchos empleados gubernamentales han perdido o renunciado a sus puestos de trabajo al enfrentarse a directivas que desconcertaron y dejaron perplejos a aquellos que no están al tanto de los secretos internos.
Hoy en día muchas personas creen que un mismo grupo reducido de hombres y mujeres con sus amigos y asociados, no solo manipulan muchas de las cuestiones más importantes del mundo sino que también controlan las fundaciones sin ánimo de lucro. Esas personas se relacionan unas con otras a través de una gran variedad de medios – negocios y políticas internacionales, conferencias, reuniones sociales, fundaciones, etc.- y constituyen un grupo cohesionado. Ese grupo ha sido llamado de muchas maneras: el Nuevo Orden Mundial, el Comité de los 300, los Illuminati, la Hermandad de la Muerte, o a menudo, simplemente “ellos”. Más de un autor ha sugerido incluso que esas personas son guiadas o controladas por inteligencias no humanas, descritas como “guardianes de prisiones” o los “custodios”.
“Hasta comienzos del siglo XX, ese plan para un Nuevo Orden Planetario radicaba en la masonería, entonces la masonería de los Illuminati, pero con el advenimiento de los grupos de la Mesa Redonda –que todavía existe hasta hoy- y sus hermanos norteamericanos, el CFR, el fuego de la antorcha ha sido transmitido de siglo en siglo”, escribió el periodista William T.Still.
Representando el “conservadurismo compasivo”, George W.Bush, el hijo mayor del ex presidente y director de la CIA que pertenecía a todas las sociedades secretas mencionadas, fue el candidato republicano a las elecciones del 2000. El vicepresidente de Clinton miembro del CFR, Al Gore, lideraba un conflictivo grupo de demócratas. Antes de presentarse, Gore había solicitado consejo de las figuras principales de Wall Street.
Una vez más, el electorado estadounidense tenía que elegir entre un Bush apoyado por los globalistas o un Gore apoyado por los globalistas. Obviamente, los globalistas serían los vencedores fueran cuales fuesen los resultados electorales.
A finales de 1999, el globalismo sufrió un ligero revés cuando más de sesenta mil manifestantes, una extraña mezcla de unionistas, ecologistas y constitucionalistas escritos, protestaron contra la pérdida de soberanía de los Estados Unidos y de puestos de trabajo durante un encuentro de la Organización del Comercio Mundial ( en inglés Worl Trade Organization, WTO), en Seattle. Como era de esperarse, los medios de comunicación controlados por las coporaciones dieron noticia como la protesta de un grupo de rebeldes, aunque otras informaciones afirmaban que el problema había comenzado sólo después de que la policía fuertemente armada, arremetiera contra los participantes y les arrojara gases.
El controvertido Acuerdo general sobre Aranceles y Comercio (en inglés, General Agreement on Tarifs and Trade, GATT), promulgado en 1995, era visto ampliamente como nada más que un vehículo para fomentar el objetivo de los Bilderberg de eliminar todas las barreras comerciales. Argumentando que el comercio libre “disuelve las viejas nacionalidades” y “acelera la revolución social”, Karl Marx proclamó en 1848: “Estoy a favor del libre comercio”.
A medida que el objetivo de un Nuevo Orden Mundial está cada vez más cerca de convertirse en una realidad, autores e investigadores que sospechan del papel de las sociedades secretas y de sus patrocinadores financieros en el gobierno, los negocios y fundaciones, se encuentran frente a un desalentador laberinto de obstáculos al intentar hacer llegar la historia a la opinión pública. La mayoría de los editores no publican sus textos y las agencias de noticias no aceptan o difunden las historias, y a menudo ridiculizan a estos escritores tildándolos de “alarmistas” y “teóricos de la conspiración”. De vez en cuando, se dan incluso amenazas contra los investigadores que ahondan en la cuestión.