“En cuanto al asno iluminador, súfrase simplemente su proceder, y se lanzará a probar la infinitud con un estilete y a medir el universo con una yarda de cuerda de envolver. Hay dos modos notables para la extinción de tal aburrimiento –uno, hacerlo callar; segundo, echarle un jarro de cerveza a la cara. He probado ambos experimentos, y puedo atestiguar que se consiguen espléndidos resultados…”
James Mangan
Estar arrojado al espacio infinito es estar arrojado a
De esta manera, no tengo ni Dios, ni amo, ni responsabilidades, ni moral, ni secta, ni dogma, ni nada de nadie que venga a imponerme una “verdad”, soy libre como el mar atormentado, no tengo leyes ni reglas más que mi propio instinto, estoy por encima de toda creencia, moral, dogma, “verdad”, no tengo ningún deber impuesto, soy la posibilidad infinita creativa, no hay modelos de vida absolutos ni definitivos, estoy por encima de toda ética escrita, el universo no es un uno, son muchos universos, soy la posibilidad…el otro de lo desconocido absorbe el “yo”, y dejo de ser un “yo” para convertirme en “legión”, no hay límites que no pueda transgredir, he roto los muros de la razón, he cruzado el abismo y he eliminado en mí el miedo a la muerte, tampoco le temo a la vida, ni a las fuerzas, porque mi energía viene del corazón de cada estrella, del volcán, de la selva, del agua, el fuego, la tierra y el aire, he visto el armagedón en mis sueños, y la guerra de los elementos como una guerra de los arquetipos, toda fuerza poderosa tiene su opuesto, he estado en el abismo y en la cumbre…
Y sin embargo, la guerra del hielo contra el fuego está en nuestra sangre, pues somos la reconciliación de la luz y de la sombra, en nosotros está la paz pero también la guerra, en nosotros está la decisión de eliminar la dualidad o permanecer en ella. El primer paso a la decadencia y a la brutal perdición mundana-humana, fue indudablemente la brutal separación de los opuestos, una desmembración psíquica debido al eterno devenir de los astros. La humanidad ha estado viviendo en una era de confusión, manipulación, corrupción. Cuando los mitos y arquetipos transmutaron en la dualidad luz/oscuridad, dios/diablo, cielo/tierra, paraíso/infierno, bien/mal, se desencadenó la caída más tenebrosa y espeluznante de la especie humana, la humanidad empezó entonces el proceso al suicidio colectivo de esta era de enfermedad. Los que se inventaron a Dios necesitaron inventarse a un Diablo (las realezas “elegidas por Dios” son en verdad las “elegidas por el Diablo”), no hay otro dios/diablo que uno mismo, pero muchos mitos cosmogónicos de pueblos antiguos como sumerios, babilónicos, hindúes, todo empieza con una lucha de los dioses, un sacrificio de sangre, una guerra entre divinidades y fuerzas, la decadencia de la dualidad en el mundo de los arquetipos. De esta demencial separación y fractura de la psique nace la judeocristiandad monoteísta, junto al Islam y toda religión dogmática integrista que adopta el nefasto monoteísmo egocéntrico, la unilateralidad, el fundamentalismo, para defender la brutal decadencia de la dualidad y para ejercer poder y dominación sobre el débil humano-borrego masificado que necesita que le den explicando la razón por la cual existe, imponiendo así un modelo de creencia de esclavitud y manipulación, una sociedad de esclavos.
La dualidad vista como separación es tan ilusoria como la existencia de un Dios, cuando la dualidad es vista como complemento desaparece la dualidad, si algún día nos ponemos atentos a nuestra respiración nos daremos cuenta que todo es un ciclo, un complemento de inspiración-expiración, porque así respiran todas las cosas, desde la piedra, la planta, el humano, el animal, todo recibe y da energía, todo tiene su positivo-negativo, en una forma circular evidente, el cosmos en sí da vueltas, también respira, las constelaciones de las galaxias han dado las mismas vueltas desde la noche de los tiempos, en la eternidad de las eras, incalculable eternidad que deja atónito a la joven y aun niña especie humana. Hablar de la eternidad del pasado es como hablar de la eternidad del porvenir, NUNCA HUBO UN COMIENZO Y NUNCA HABRÁ UN FINAL, pensar en una “causa final” es el primer paso a la decadencia de la dualidad, nunca hubo un primer momento y un origen de todas las cosas, así pataleen los manipulados cientifistas del racional big-bang y los fundamentalistas monoteístas, exclamo con euforia: ¡nunca hubo una Creación! Las religiones y la ciencia se han valido de estas decadentes formas arquetípicas para imponer el dogma de un solo Dios, una razón, la dualidad, el génesis y el Apocalipsis, con el comienzo se impuso un final, y comienza así la servidumbre humana al tiempo lineal, cuando una “causa final” mutó en una finalidad, la aberración del “utilitari$mo” arruinó al ser humano.
Solo hay que constatar en uno mismo que la luz es tan infinita como la oscuridad, que los ciclos se repiten eternamente en el devenir de todas las cosas, así como el campesino mira las fases de la luna y de la tierra para plantar y cosechar en cada año, así mismo el infinito número de galaxias dan vueltas en una sola respiración infinita que no ha tenido nunca un comienzo ni un final. En todas las civilizaciones los seres humanos simbolizaron este infinito y eterno espacio-tiempo, como la serpiente mordiéndose la cola, el caracol, el anillo, un tiempo circular en el cual lo más importante es el tiempo presente. La eternidad está en el segundo de cada respiración, y cuando uno muere, el instante es lo único que pierde, el momento presente, de allí que el instante sea lo más valioso, no hay pasado ni porvenir sin el presente, el tiempo lineal de la dualidad (creación/destrucción) que somete el tiempo presente a un futuro inexistente es producto de la decadencia, el utilitarismo, la servidumbre, la responsabilidad de los asnos, la dualidad, la esclavitud, nadie puede medir el infinito con ningún compás ni escuadra.
Cuando recuperamos totalmente la magia del instante presente, y vemos en nosotros mismos la infinita posibilidad de lo Imposible, encarnamos la singularidad y la eternidad de cada momento, entonces somos más libres que la nube que va caótica por el cielo sin dirección ni propósito alguno, en sincronía con el espacio infinito, en cada momento sentimos toda la historia cósmica, cada momento es sagrado, vemos la vida y la muerte como una sola fuerza, y entonces, somos como el animal, que vive y siente el fluir de todas las cosas en sí mismo, crea, siente, ve, intuye, conectado íntimamente con la fuente que da vida y muerte a todas las cosas...
Y en este presente, en la actual caída, vivimos en “la medianoche de la medianoche del nihilismo”, en la dura, terrible y tremenda era de la muerte, la dualidad, la confusión y la hipocresía, en la más decadente y demencial civilización humana, en el más enfermo de los mundos, no hay otra esperanza que la total desesperación, cuando la humanidad cruza la línea cero de la estupidez colectiva, el futuro no es ninguno, en el horizonte se visualiza gigantes incendios, la guerra nuclear, hambruna mundial, exterminio masivo, esclavitud total, todo parece derrumbarse en el más crudo abismo, la angustia presente es la respiración de radiación del futuro, pues nunca ha estado la humanidad tan cerca de llevarlo todo a un verdadero Infierno en Tierra, los valores están pisoteados, el egoísmo y la mezquindad son los reyes que mandan, y ya casi nadie es leal, fiel, real, honesto, el modelo de civilización es una verdadera ignominia, fabrica zombis esclavos que sirven al inmundo sistema, una prisión a escala, la mentira y la podredumbre del espíritu mandan, los paradigmas y nefastas creencias impuestas con océanos de sangre contaminan en masa la psiquis castrada de una sociedad manipulada hasta la médula. Ahora la traición y la vil corrupción es vista como realismo, el robo, la viveza y el saqueo descarado es inteligencia, el odio es la ley, la infamia del egocentrismo es la norma, las constituciones y leyes son herramientas de abuso, tortura, humillación, los más viles son ahora los filántropos y sabios, mientras la mayoría rinde culto a TODA esta abominación.
Aquí y ahora la lucha contra todo aquello que nos quiere esclavizar, encarcelar, eliminar... aquí y ahora la liberación…por amor a la vida, por amor a la libertad, por amor al amor, por amor a la risa y a la filosofía...