Monday, April 14, 2008

TRABAJO-ESCLAVITUD


Hubo una transición funesta en la historia humana cuando el “juego” se convirtió en “trabajo”. Los amos sanguinarios de siempre impusieron los conceptos de “trabajo” y “deber moral” para usufructuar las energías humanas hacia el servilismo y la esclavitud, quedando la energía activa de la vida humana hacia una vil utilidad del poder social. Los primeros que se jactaron de autoridad, que por su ADN especial o “sangre azul”, fueron las realezas y jerarquías (reyes, césares, emperadores, nobles) moldearon la psique humana hacia la esclavitud y la enajenación, usaron su energía en su vil provecho, y a esto llamaron “trabajo”. Durante milenios la energía humana ha sido aprovechada y usada por las élites de siempre para forjar las civilizaciones. Pueblos antiguos como Sumerios, Babilónicos, Egipcios, Griegos, Romanos etc. fueron esclavistas (igual que la civilización de hoy en día, en donde la esclavitud es disfrazada de libertad) los seres humanos son usados como objetos y bestias de carga en cuyo lomo pesa siglos de opresión y los sacos de minerales como el oro, la plata, el cobre, para enriquecer a las élites que construyen sus sociedades en base a la explotación de la energía humana, la esclavitud. Lo que llamaron “trabajo” y “deber moral” fue desde un principio una execrable manipulación realizada desde las élites del poder para reducir la vida humana a la servidumbre.

La energía humana no es propiedad de nadie mas que del propio cuerpo de cada cual, depende de la voluntad de uno mismo. El instinto de mando y de rebaño (que a la final no es más que un círculo vicioso de amos-esclavos de sus esclavos) ha arruinado la fisiología humana, y ha convertido a toda la sociedad en una informe masa de zombis robots sirviendo a las élites inmundas que dirigen la civilización toda hacia su propia perdición y autodestrucción. ¿Pero cómo llegamos a este punto? Si tomamos en cuenta que cada ser humano tiene su propia conciencia y perspectiva de la vida, ¿cómo me pueden hablar de un “pensamiento único”? El hecho de que existan paradigmas únicos, religiones dogmáticas, filosofías impuestas unilaterales, pensamientos conductistas, sólo sirven para homogeneizar y masificar a los seres humanos bajo un solo modelo de dominación, para poder usufructuar la energía humana en beneficio de los criminales en el poder. La sociedad está sostenida por la gran mentira de la presunción de que hay una “verdad” y explicación de todas las cosas, los que se adueñaron de la “verdad” son los mismos que están en el poder usufructuando la energía humana, esclavizando, los dueños del trabajo humano. No hay un “pensamiento único”, hay un número infinito de posibilidades y formas de ser, pensar, actuar y de usar nuestra propia energía. No hay una “verdad absoluta”, cada ser humano tiene su propia percepción de las cosas. Y esto no es relativismo, es simplemente dejar en claro que la única explicación posible es que todo es un misterio. La civilización está sostenida en la ilusión de “verdad” que se apoya en el acuerdo y en la convención social, obviamente, dirigida por los intereses de unos pocos en la cima de la pirámide social.

Así, cuando las inmundas élites se han apropiado de la mente y del pensamiento colectivo de las masas gracias a sofisticados medios de lavado cerebral, se van apoderando también de su conducta, sus actos, su energía, su trabajo. Lo que llamaron “deber moral” tiene su raíz en la presunción de tener la “verdad”. Los fanáticos, integristas y fundamentalistas elegidos por un inexistente “Dios” creen tener la “verdad”, son los primeros moralistas autoritarios y dan juicio de valor a los actos humanos por creer en la nefasta ilusión de que su “verdad y moral” es la única y debe ser predicada hasta con la fuerza, hasta derramar océanos de sangre si es necesario para su “misión divina”. Las nefastas religiones son herramienta esencial para la dominación y la esclavitud, no solo porque son “el opio de los pueblos” sino también porque el sistema social necesita aglutinar a la masa bajo el modelo de esclavitud impuesto por las élites, quienes de paso son los “elegidos de Dios”. La moral y la religión están unidas en un solo enjambre en donde la infamia de creer tener la “verdad” es lo que impone “el deber”, “la responsabilidad”, “el trabajo” hacia los pueblos dominados. La degeneración del instinto hacia el servilismo y la esclavitud viene de la mano con la degeneración de creer tener la “verdad”. Así nos damos cuenta que el sistema social está basado en viles mentiras político-religiosas para seguir usufructuando las energías humanas hacia el suicidio colectivo.

En cada instante de la respiración está el Misterio del no-saber, pues no hay una razón última de la existencia, nuestra percepción no alcanza la totalidad, en cada segundo de vida está presente lo asombroso y misterioso del infinito, lo desconocido en el espacio oscuro entre dos estrellas, la razón de ser del sol, lo extraño de la materia y del espacio-tiempo. Ni la ciencia dogmática, ni tampoco la religión podrá explicar lo inexplicable, por lo tanto no hay ninguna autoridad epistémica ni moral conductista que pueda decirme qué es “verdad” o cómo debo actuar o dirigir mi forma de ser. Cada uno es único y cada uno tiene una forma distinta de concebir la realidad de la vida, homogeneizar a través del dogma y del paradigma es castrar y reprimir, borreguizar; cada uno es creador de la ilusión con la cual quiere sostener y explicar su misteriosa vida. Seguir al rebaño es cobardía.

Así, cuando asumo con valentía que nada es “verdad”, no tengo miedo al infinito misterio ni a ninguna autoridad, soy libre por el hecho de existir, no tengo que rendir cuentas a nada ni a nadie, mis actos son puros como los del lobo, el león, el pájaro, la serpiente, el elefante, salvajes en la selva cósmica de luz en una infinita oscuridad. Yo mismo creo mi forma de ser de acuerdo a mi instinto y de cómo me nace ser, como quiera mi voluntad. Los bagajes pseudo-culturales, político-religiosos, que me han impuesto desde niño han condicionado mi voluntad, pero los he reconocido como enfermedades de las cuales hay como curarse. Las ideas dogmáticas de la domesticación político-religiosa deben ser reconocidas como herramientas de manipulación para esclavizarnos, de tal forma que nuestro instinto de liberación se deshaga de esos virus y bacterias ontológicas y así poder ser tan liviano como el espíritu sano del bailarín. Nadie puede decirme qué es “verdad”, nadie puede explicarme el misterio de existir, nadie es autoridad de nada. Miremos al espacio infinito: en el día es todo azul, en la noche es azul oscuro lleno de estrellas, y más allá solo infinita oscuridad. No hay límite. La transgresión del espíritu asume en sí mismo esa infinitud donde no hay ni Dios ni nada de nada, solo misterio, incertidumbre, asombro, caos y no-saber. Soy posibilidad infinita.

Si en el “trabajo” no hay placer ni satisfacción como lo hay en el “juego”, entonces este trabajo no es más que servidumbre y esclavitud. El trabajo es energía y fuerza convertida en una mercancía por el putrefacto sistema. Vender la fuerza de trabajo para subsistir es una encrucijada en la que está sometida la humanidad en la civilización-prisión forjada por las inmundas élites de siempre, donde el dinero es el que manda, sin dinero no se come (habiendo tanta abundancia de alimentos en este planeta que puede alimentar a toda la población mundial multiplicada por tres, pero la mezquindad es magnánima, el infame sistema dinerista ahora sube los precios de los alimentos para matar de hambre a los más pobres). Los amos del dinero son los que compran los cuerpos y las almas de esta ramera y corrompida sociedad, y mantienen con la soga en el cuello a la mayoría, lavada el cerebro, manipulada, enajenada, alienada, explotada, oprimida, reprimida, esclavizada. Si supiéramos que la vida de cada cual es única e irrepetible… ahora, la vida se ve desperdiciada en las fábricas de la muerte del industrialismo explotador del nefasto mundo de hoy, los seres humanos han perdido su humanidad en este reino de la perdición, poco a poco todo se está desplomando hacia el extremo de la decadencia…

En el sistema capitalista la dignidad humana es pisoteada, su energía es usada como objeto desechable, la persona no tiene valor, la energía de su trabajo es lo que vale, el cuerpo humano y social son solo objetos, toneladas de carne humana son solo servidumbre de los más infames y corruptos…

¿Colaboramos con la infamia o empezamos a derrumbar los muros de esta civilización- prisión?.... “el querer liberta”…

“Muchos dolores y muchas metamorfosis son indispensables para que nazca el creador. Sí, es preciso que vuestra vida, ¡oh, creadores!, haya muchas muertes amargas. De este modo seréis defensores y justificadores de cuanto es perecedero. Para que el creador sea él mismo el hijo que renace, es menester que tenga voluntad de la parturienta y sufra por los dolores de parto. En verdad, he seguido mi camino a través de cien almas, cien cunas y cien dolores de parto. Muchas veces he conocido las últimas horas, que parten el corazón, porque muchas veces me he despedido. Pero así lo quiere mi voluntad creadora, mi destino. O, mejor dicho, hablando con más franqueza, éste es el destino de mi voluntad.”

Federico Nietzsche, Así habló Zaratustra, cap. De las islas Bienaventuradas.