Friday, December 11, 2009
CRUZANDO LOS ABISMOS AL FILO DE LA NAVAJA
La noche negra de las eras está en plena ebullición, el mundo es una olla de presión a punto de estallar, la hecatombe moral brilla en el ocaso de la civilización humana, el cataclismo social hace temblar al cosmos, y el caos y la destrucción se elevan de estandarte en el descenso final de la humanidad. Hombres y mujeres, unos y otros saltando al precipicio abismal de la ruina de una sociedad global sin alma y sin corazón… Babilonia, la gran puta del dinero transnacional que mercadea en las almas del derrumbe colectivo, la perdición humana que se refleja en la realidad demencial de un mundo enloquecido, desquiciado, convulsionado, en un suicidio en masa generalizado. Es una guerra de unos contra otros, de todos contra todos, entre caníbales, en el mercantil fraticidio del monetarista mundo y su sistema-Estado-nación, con su amor maldito por el poder y el dinero, caldo de cultivo de toda corrupción. Eso es este mundo, una ratonera.
Maldito es el engaño elevado a dogma, maldita es la manipulación de la realidad por el interés de dominación para decidir por los demás, para reinar y gobernar. Maldito el día en el que alguien dijo “yo mando”, escupió al cielo porque no pudo ver la inocencia del devenir, no pudo ver que no hay razón ni jerarquías lógicas en la naturaleza juguetona de toda las cosas, no pudo ver que en la informidad del infinito se encuentra el caos de lo desconocido, secreto de la liberación. En la naturaleza todo influye sobre todo, y aquí está lo más grande y lo más pequeño, lo más cercano y más lejano “el universo entero en un grano de arena”… no hay jerarquías más que en la mente humana que pretende interpretar a la naturaleza bajo un modelo de pensamiento piramidal, fálico, dictatorial, totalitario, jerárquico.
Así, el hombre extraviado, el amo esclavizado y el esclavo amo, hambrientos de ideología, explotados por la razón utilitarista, se aferra al dominio de la razón servil, dominado por la forma y la materia, en la baja vibración de la consciencia lógica-económica, en el concepto, en la fórmula, en la estadística, en la previsión, el miedo. El pensamiento se precipita así hacia el agujero negro del engaño racional, hacia la teleología del servilismo. La razón dominadora es servil y jamás podrá explicar lo inexplicable del misterio de la Existencia, y jamás lo hará porque el lenguaje racional queda corto ante la inmensidad, el pensamiento se empequeñece ante la potencia del arte y de la magia que se acercan a la esencia de todas las cosas, la razón utilitaria pretendió esclavizar la parte animal inocente del animal humano, con los imperativos de la finalidad, de la responsabilidad y del propósito.
Detrás de los arquitectos de la racionalidad están los arquetipos de la devastación espiritual, los modelos de la decadencia mental, las formas de la esclavitud y la ruina del cuerpo, la enfermedad fisiológica que se presenta desde las creaciones del espíritu (religión, cultura, arte, mitos) en una nube gris de la inconsciencia donde se engendran las angustias más hondas del animal humano, en una catástrofe psíquica donde se plasma las más indignas vibraciones mentales, donde reina el monoteísmo, el dinerismo, el vampirismo, o la dualidad de la apóstata razón científica (A no es igual a B), verlo todo bajo un par de posibilidades, (taoísmo, budismo, la lógica 1/0, dios/diablo, bien/mal, luz/oscuridad, ángel/demonio, materia/espíritu). Son modelos mentales de la racionalidad separatista que han causado la ruina total del cuerpo y del espíritu, la ruina de la cultura, el derrumbe de la civilización humana, la vil decadencia de la noche negra de nuestra época, donde el ser destartalado es útil/herramienta/producto de la idiotez. El cuerpo no es una herramienta material, ni tampoco es un fin, es un vehículo de nuestra realización y éxtasis, el cuerpo no es una máquina, es un templo sagrado, un modelo de la infinitud divina.
Los Talleres de Satán del Industrialismo han devenido en el software diabólico del robot humano, en la era de los microchips, de los transgénicos y del despoblamiento, la ruina y muerte de la mente en la vil absorción de la energía por parte de la máquina vampira social que han llamado “trabajo”, “sistema”, “vida”. La esclavitud perpetua y los utilitarismos de la razón todopoderosa han creado a este zombi esclavo consumista de la nueva tecnocracia posmoderna, en una infame y vil sociedad global tecnificada e interconectada gracias al crimen organizado del mundo financiero, la pornografía infantil, los videos de tortura y morbosidad (snuff), trata de blancas, tráfico de órganos, narcotráfico, tráfico de armas, extorsión, secuestro, sicariato, genocidios, y todas las formas que sostienen al orden financiero global. La escoria gobierna, y la masa se arroja al foso de la putrefacción. Los engendros mutantes del utilitarismo racional, los vómitos del monoteísmo y de la teleología, los abominables espectros del mesianismo materialista, alzan su bandera sobre una tierra hueca hecha cenizas, en cuya superficie se siembra un verdadero infierno nuclear para detrimento de las futuras generaciones que herederarán el resultado del cataclismo radioactivo.
Pero al paraíso interno de cada cual no llegan las pestilencias de las cloacas inmundas del alma colectiva, al paraíso interno no llegan las malas vibras de una humanidad zombificada en el paroxismo del egoísmo y de la megalomanía, al paraíso interno no llega la despreciable decadencia del humano enfermo y decadente del fin de los milenios. Hay un espacio dentro de cada cual que es más preciado que cualquier tesoro, y es nuestra inocencia de animal cachorro en un infinito universo de posibilidades, donde no llega la pesadez y el veneno de la vieja humanidad podrida que muere en el ocaso de la civilización. Todo muere porque algo nuevo nace, la fruta se pudre para nutrir la tierra, el cuerpo envejece para dar chance a una nueva posibilidad… no hay por qué entristecerse por el devenir, porque todo lo que sube tiene que bajar en la eternidad de eternidades -mientras nosotros tengamos la ligera inocencia del niño creador, todo es posible, nada está determinado, nada está acabado aún- los círculos son redondos, el espacio es imperecedero, sin fin, somos lo que nunca ha sido.
En la cuerda floja, viviendo al borde de la navaja, cruzando un flojo puente colgante, en el filo de una grieta abismal, el niño héroe de sangre caliente y de corazón guerrero salta alegre, como puma, por encima de los abismos, juega, ríe, llora, se enoja, se libera, crea, porque no haya nada que lo detenga, el viejo mundo en decadencia se ha hecho humo en sus pies…
Solo los que se atreven a usar sus palabras-misiles y sus alas de acero pueden remontarse por encima de la noche apocalíptica, porque mientras la oscuridad de la ignorancia y de la estupidez se hace más espesa en una sociedad demente, brilla al fondo del túnel la luz del conocimiento, brilla el éxtasis de la plenitud y la realización de aquellos niños cachorros que no se vendieron a la abominación. En cualquier lugar del mundo, la luz del éxtasis, y la alegría de la veracidad y honestidad, la sublimaciòn del instante presente, el espìrtu libre y guerrero alza sus armas contra la oscuridad de la estupidez, del engaño y la vil mentira. Ciego es quien no ve que la verdadera pestilencia humana está en la estupidez, la megalomanìa, la apatía, el tedio y el nihilismo del conformista, el esclavo que ama su esclavitud, la caída está en eso que hace que la humanidad se convierta en nada más que en una batería de energía que mueve la inmensa máquina de la idiotez de este mezquino sistema de cretinizaciòn y RUINA.
Si volvemos a tener la curiosidad inocente del niño que se pregunta por la razón última de todas las cosas, entonces cuestionaremos a lo establecido por la humanidad actual, nos indignaremos por la brutal injusticia de un mundo corrompido de raíz, romperíamos los muros mentales que nos aprisionan en este campo de concentración mental, y como guerreros de sangre que anhelan la victoria combatiremos fieles contra la mentira, la hipocresía, los falsos dogmas, la manipulación del espíritu, la esclavitud del cuerpo, el Imperio Mundial…
Nada está determinado, todo es aun posibilidad, nadie puede encerrar el infinito en su mano, en la eternidad del momento presente está la llave para la liberación.
Ahora, en este presente, hay que estar alertas, estamos viviendo en carne propia los Tres Apocalipsis de los que habla Manuel Freytas, el analista experto en inteligencia y relaciones internacionales de IARnoticias. Léase, estamos viviendo:
1) Apocalipsis ambiental: provocado por los desequilibrios ecológicos acelerados por la brutal explotación de los recursos naturales, contaminación urbana, destrucción de bosques, envenenamiento del agua, etc.
2) Apocalipsis social: el caos y la destrucción provocada por el descontento masivo de la falta de empleo y de satisfacción de las necesidades básicas como alimentación, vestido, educación, salud, la guerra eterna entre delincuentes y policías militarizados en una sociedad quebrada y socialmente caotizada.
3) Apocalipsis nuclear: la Tercera Guerra Mundial, el mundo entero contra el imperialismo de Israel en una brutal guerra nuclear, la guerra del Armagedón, llevada a cabo para el exterminio de la mayor parte de la población humana y la creación del Gobierno Mundial. Antesala de la venida del Mesías Judío saboteo franquista. El reino de Sión, forjado con océanos de sangre. En la mismísima entrada del Parlamento del Estado de Israel en la ciudad de Tel Aviv, reza el siguiente extracto del racista y psicopático libro del Talmud: “ "LA COMPASIÓN HACIA UN NO JUDÍO ESTÁ PROHIBIDA , si le ves caer en un río o estar en peligro, te está prohibido salvarle porque todas las naciones son enemigas de los judíos y cuando un no judío entra en un foso, el judío debería cerrar el foso sobre él con una gran piedra, hasta que se muera, para que los enemigos pierdan un miembro y los judíos puedan preservar su sueño de la Tierra Prometida, ¡el Gran Israel!" o el Nuevo orden Mundial mesiánico.
Mientras los acontecimientos sigan su curso y se vayan precipitando hacia el derrumbe total, el espíritu libre, atento y lúcido, en posición de alerta, estará listo para la siguiente fase del juego en esta guerra milenaria…en posición de pelea.