Quien realmente ha disfrutado de la carcajada, de la risa total, del amor, de la respiración, del placer del éxtasis que trasciende el orgasmo, quien ha vivido en carne propia la extensión divina del misterio de la vida y de la existencia toda, “la experiencia cumbre”, la Vida se nos presenta como algo maravilloso, admirable, extraordinario, curioso, misterioso, extraño, asombroso, increíble… la Vida tiene en sí su razón de ser.
Esto no es ninguna “biofilia” (amor a la Vida), pues es más que amor, es más que sabiduría, es mucho más que vitalismo, es la exaltación de la posibilidad infinita de lo desconocido de la Vida o fuerza Vital, lo más trascendente que hay en la existencia. Es en sí el meollo del asunto de la existencia, la experiencia cumbre, el cara a cara con lo Desconocido, el asomarse por el laberinto del misterio que envuelve a todas las cosas. Se llama inefable porque no se puede describir con las palabras, por esto existe la palabra “inefable” en el insuficiente vocabulario humano, es lo que no se puede hablar, pero se puede metaforizar para que lo propia vida use la palabra como canal de la Fuerza Vital que yace en nosotros. Es gracias a la Vida que la existencia es consciente de sí misma, es gracias a la Vida que se puede experimentar la totalidad del infinito, es gracias al amor a la Vida que se puede llegar a amar y regocijarse por encima del dolor, la enfermedad y la muerte. La Fuerza Vital está por encima de la vida y de su consecuente muerte, pues la muerte y el dolor existen porque hay Vida y Placer, por eso la muerte se escribe en minúscula y Vida con mayúscula, porque primero es la Vida, y como “el dolor es temporal y la alegría es infinita” del Zaratustra de Nietzsche, se llega a expandir la Vida por encima del dolor de la muerte, la enfermedad y el sufrimiento. Pues somos la posibilidad, lo que aun no ha sido, somos lo que nunca ha sido, lo irrepetible e irreversible, somos la creación de la Fuerza Vital y podemos llegar a Ser Más, hacer de nuestra propia Vida la más bella Obra de Arte…
Nadie puede llegar a explicar el profundo misterio de la existencia de la Fuerza Vital, ningún dogma puede dar la verdad definitiva, nadie puede saber con exactitud la razón del viento, todo intento de explicar el misterio de la existencia es pura especulación y dogma fanático, el misterio no puede ser abarcable con programaciones mentales que nacen del miedo a lo desconocido. Lo que importa es la curiosidad de niño porque la Vida es en sí un misterio.
Por tanto elucubrar e indagar sobre el misterio de lo desconocido de la Vida nos acerca más al meollo del asunto, a la razón de ser de la Fuerza Vital, a la explicación última de la existencia. La Vida es consciente de sí misma cuando se piensa, se reflexiona, se ve existente en medio de un infinito espacio galáctico. Dice la sabiduría antigua que el espacio es como una esfera cuyo centro está en todas partes y cuya circunferencia en ninguna… hay que extrañarse sobre ese círculo, para indagar sobre el misterio de la Vida. ¿De donde nace el espacio infinito galáctico? ¿Cuál es su razón de ser? Si imaginamos al espacio infinito como un círculo cuyo centro está en todas partes, nos damos cuenta que el infinito está en todas partes y que todas las partes contienen al infinito. Y si la circunferencia no está en ninguna parte es porque NO HAY LÍMITES, los universos no se están expandiendo ni contrayendo, simplemente son, porque fueron y serán. No hay frontera que cierre el espacio, no hay barrera, el sol que nos dio la vida flota en el infinito, más allá hay un INFINITO NÚMERO de estrellas como nuestro sol que puede albergar la Vida, en todo el espacio infinito está la Fuerza Vital que quema en el núcleo de cada estrella, pues en cada punto del espacio se da la posibilidad de la VIDA.
Somos más que una simple combinación de moléculas químico-biológicas, nuestro cuerpo está compuesto de VIDA, de la misma Fuerza Vital que quema en el núcleo de cada estrella, la misma fuerza del viento que sopla, que hace agua, la misma que hacer crecer a los árboles Secoya hacia lo más alto, que da Vida a los bosques, que hace que respiremos, la fuerza que hace latir al órgano del corazón, la misma fuerza que nos eleva hacia el éxtasis y hacia la experiencia cumbre, más allá del Amor/Odio… está dentro de nosotros, y no es ningún Dios, somos nosotros mismos, somos esa Fuerza Vital consciente de sí misma, experimentando la infinita potencia del infinito espacio en nuestro corazón latiendo, en nuestra Vida, en nuestra experiencia de existencia, la experiencia cumbre.
Si todos los seres humanos tomáramos consciencia de la Fuerza Vital, no habría poder que nos esclavice, no abría nada que limite y coarte nuestra expansión de la posibilidad infinita que somos, no abría nada que limite nuestra Realización hacia nuestra expansión. La Fuerza Vital quema en nosotros, está en nosotros, así que nuestro potencial es infinito, podemos llegar a ser lo que queremos ser.
La brujería consiste en manipular a la Fuerza Vital, para hacer daño o para curar, pero si uno desea lo que desea la Fuerza Vital, no hay necesidad de manipular nada, no hace falta la brujería para sentir su fuerza, para sincronizar con la Fuerza Vital se abre los ojos y se siente que en nosotros está el infinito potencial. Así somos canales de lo más poderoso que hay en este infinito universo, la posibilidad de ser, como el infinito número de estrellas y galaxias en el infinito universo, sincronizamos con ese infinito en cada una de nuestras creaciones, acciones, sensaciones, sentimientos y pensamientos, así nos damos cuenta que podemos ser lo que nunca ha sido, el infinito potencial de la Vida.
Esto no es poesía ni especulación, los hechos nos demuestran como son: por ejemplo, los cadáveres enterrados (que simbolizaría a la muerte) hacen fertilizar a la tierra, le da Fuerza Vital, los cadáveres son como humus, y hace crecer más árboles y plantas. Así mismo, no hay dolor que dure para siempre, la oscilación placer/dolor, forma parte de la Fuerza Vital, las frutas podridas también hacen fertilizar a la tierra, y así como se pudren las frutas, también envejece el cuerpo humano y muere, y si hay muerte es porque primero hubo un nacimiento, y así sucesivamente... así rueda el mundo, pero si el animal humano llega a entender a la Fuerza Vital, la muerte desaparece, todo se mostraría como es, un continuo eterno.
Hay que aprender de las sociedades primitivas aborígenes que tienen otra visión de la vida y la muerte, del placer y del dolor, tan distinta a como la tiene el neurótico promedio occidental. En algunas tribus indígenas de la sierra ecuatoriana celebraban grandes festines y orgías cuando alguien moría, porque celebraban el hecho de que la muerte forma parte de la fertilidad y de la Fuerza Vital, celebraban que todos se iban a reencontrar algún día con la persona muerta, e incluso había quienes se entregaban en sacrificio para celebrar la fertilidad de la Tierra. Así no se relacionaba el dolor de la separación con la muerte, había otra concepción de la Vida y de la muerte, la fertilidad de la madre tierra, (es decir la fuerza Vital) es lo que más importaba por encima de todo.
Estamos aquí para la Realización de la Fuerza Vital, todo tiene su por qué…
