El conocimiento de las fuerzas de la naturaleza es lo que comúnmente se llama brujería, el conocimiento de las múltiples formas de contactar con la fuente de todo y con seres de las otras dimensiones. En el sendero hacia una plena sabiduría, es el conocimiento de las mil y un formas de curar y fortalecer al cuerpo íntegro a través del uso de limpias, el uso de plantas medicinales (casi todos los fármacos son hechos a base de plantas), meditación, canalizar en uno mismo la misma energía que quema en el núcleo del sol y ser participe de este infinito universo misterioso. Es la visión íntegra de todas las cosas, un camino hacia el conocimiento del misterio de existir, el mágico misterio de estar vivo y formar parte de un ser misterioso y extraño, la existencia.
La brujería nos muestra que todo es un misterio, que es factible trascender la ínfima racionalidad lógica del zombi robot que tiene explicaciones provisorias del misterio de la existencia. La vida en sí es un misterio, el infinito universo es un misterio, el destino es un misterio, lo que creemos conocer de la realidad es nada comparado con el conocimiento misterioso de los brujos. El verdadero arte es un puente hacia la brujería así como la verdadera brujería es un puente al arte. El arte, aquello que embruja las ondas de la materia, es nuestro único refugio para los que sabemos que todo es un misterio, ahí entendemos las bases mismas de la creatividad y el conocimiento. El primer artista que dibujó animales en las cuevas era un brujo, estaba haciendo de la materia burda, algo mágico.
Estos primeros humanos que dibujaron en las cuevas, al tiempo que dibujaban, hacían música, bailaban, escribían, bebían de la copa del éxtasis místico, eran el puente de la magia que trasciende todas las cosas, y es por lo cual hay sincronía con todo. El primer humano que hizo música, que hizo de la materia un arte, fue el primer brujo, el creador-artista.
Podemos entonces afirmar sin tapujos que la BRUJERÍA siempre ha existido en todos los tiempos, es inseparable del arte, no es algo exclusivo de hoy en día. Es una infamia lo que hoy llaman “nueva era”, una pérfida manipulación del conocimiento de la brujería (llamado “ocultismo” brujería de magia negra para hacer daño), ha servido como plasma mental, ideograma de mala vibra, esquema de la demencial estructura social, para forjar jerarquías nefastas (hermandades o cofradías de magos negros sirviendo a “superiores desconocidos”, “maestros ascendidos”, “hermanos mayores”, “dioses buenos” etc), realizando ritos de sangre, de dolor, sufrimiento, magia para hacer daño, también llamada magia negra, arruinando la libertad de la verdadera libre brujería, y haciendo pactos de servidumbre a entidades hiper-negativas de otras dimensiones que anhelan la devastación total de este mundo, ya que encarnan la suma de todas las abominaciones.
La propaganda infame de la ”nueva era” con sus acólitos de la masonería, rosacruces, jesuitas, neo-templarios, teósofos, luciferianos, están llevando el conocimiento de la brujería hacia un rito de magia negra masivo, brujería para hacer daño, esta nueva religión pagana de mala vibra que va a reemplazar a las religiones monoteístas para el milenio que viene, le han llamado “nueva era”, su verdadero objetivo: el embrujamiento masivo por parte de brujos malditos que anhelan la ruina total de la humanidad haciendo del conocimiento de la brujería un genocidio de espíritus zombificados en la máquina infernal del post-industrialismo ecológico embrujado.
Los mismos que crearon el judaísmo, el catolicismo o el islamismo, son los mismos que están creando ahora la religión pagana de la “nueva era”, para el establecimiento del nuevo orden mundial, un plasma ideológico que forme parte del nuevo orden establecido desde la manipulación de la psique colectiva. Una religión que pretende deificar al mismo hombre para llevarlo a extremos de decadencia e inmundicia moral, una religión “pachamamista” o “gaiaísta” orgiástica que sea base misma de la estructura del sistema social aborde del derrumbe. Por algo en cada librería de supermercado de toda ciudad del mundo abundan ahora los títulos de Aleister Crowley, de Madame Blavatsky, el Necronomicón, La Era de Acuario de Fergusson, la Biblia Satánica de Lavey, libros de Alice Bayley, Benjamin Cream, libros incluso del hitlerismo esotérico como el “último Avatar” de Miguel Serrano, la Enciclopedia de la Masonería, la Numerología, el Tarot, libros de cábala, ufología, junto a libros de astrología, chamanismo, el Libro de los Espíritus, etc etc etc…en cualquier librería de supermercado la propaganda de la nueva era abunda, la religión de la magia negra está en pleno apogeo, cada vez más se va moldeando la psique colectiva hacia los nuevos dogmas religiosos nefastos para el hundimiento y la brutal perdición de la especie humana en este nuevo orden mundial del nuevo “eón de sion”.
El verdadero brujo es un enemigo mortal de estos malditos y miserables brujos de la magia negra que están dominando este putrefacto mundo corrupto y llevándolo a un desastre sin precedentes. El verdadero brujo conoce la brujería con humildad y respeto, y no con la vil sed de poder y dominación, complejos, envidias, codicia desmedida, odio, infelicidad, mala vibración. etc, que los títeres de la magia negra esparcen en el mundo. Hay que ver en la “nueva era” una clara manipulación del conocimiento con el objetivo de hacer un hechizo en masa contra la humanidad, de esclavizarla y arruinarla. La integridad misma, la dignidad humana está amenazada por la vil manipulación y moldeo psíquico con la propaganda de los medios editores, subliminales, códigos, símbolos tergiversados, sigiles y formas de lavado cerebral que sean serviles al sistema de la mala vibra. En plena deriva la sociedad humana se tambalea hacia el precipicio, en el auge de la decadencia donde todos contra todos van hacia el suicidio colectivo dirigidos por los sacerdotes de lo más inmundo.
Hay que saber discernir, entender, comprender, analizar, distinguir al verdadero conocimiento, diferenciarlo de la vil magia para hacer daño, porque cuando el conocimiento nos ayuda a nuestra propia realización total, a nuestro éxtasis en la creación, a la liberación, con la brujería trascendemos esta prisión mental, podremos defendernos de todo este hechizo malévolo que se llama civilización o sociedad humana. Cuando seamos fieles a nuestra propia naturaleza, a nosotros mismos, y volvamos a la inocencia del artista que talla una piedra o escribe una canción, como los brujos que pintaban en las cuevas prehistóricas, el conocimiento de la brujería haría una limpia por sí mismo, el arte vencería a la mala vibra, cuando la malévola posesión colectiva de la magia negra termine, cuando nos liberemos con una Gran Limpia de esos hechizos impuestos por esta mafia esotérica y ovnisectas que han zombificado y robotizado a gran parte de la especie humana.
Venceremos a esa inmundicia que ha manipulado el conocimiento de la brujería para la servidumbre y la esclavitud, para la ruina y la matanza, sirviendo a entidades psíquicas, bebedores de sangre, nefastos demonios que están diseñando este Armagedón…pero venceremos, porque la energía que nace del verdadero amor al infinito y a la música es más fuerte que todo….
