Friday, April 29, 2011
PUEBLOS ORIGINARIOS EN DESTRUCCIÓN
Una vez más, la putrefacta civilización occidental, que se jacta de democrática y baluarte de los "derechos humanos", está cometiendo otra deleznable atrocidad contra los pueblos indígenas de sudamérica, esta vez en la Argentina, donde los miserables colonizadores racistas de siempre, que exterminaron a los pueblos indígenas de esta región del mundo durante más de cinco siglos, ahora les han robado las tierras y su modo de subsistencia a lo que queda de la Comunidad “La Primavera” de los (Tobas) Qom, quienes han sufrido la brutal represión del fascismo militarista y policial del inmundo Estado kirchnerista, y que ahora se encuentran literalmente en la calle, viviendo de la caridad de la gente en plena monstruosa Buenos Aires, prostestando por la sistemática violación de sus derechos...
¡¡ YA BASTA!!! ¿Hasta cuando la inmundicia humana de traje y corbata seguirá gobernando esta sucia sociedad de la estupidez y la ignorancia?
A continuación, un texto de denuncia de esta vil injusticia que solo la voz de protesta de la gente que se indigna de estas atrocidades, puede detener...
El “gobierno de los DD.HH.” sigue reprimiendo los derechos indígenas
Se cumplen 30 días de impunidad y silencio kirchnerista sobre la represión y el asesinato contra la Comunidad “La Primavera” de los (Tobas) Qom, desalojados de sus tierras al borde de la ruta 86 por la policía provincial y los terratenientes sojeros y ganaderos, en la provincia de Formosa… Y los contrastes son inevitables esta tarde en Buenos Aires.
Veinte días pasaron desde que el Ministro del Interior, Florencio Randazzo, les prometió que en 48 hs. resolvería los problemas, y otros tantos desde que el Ministro de Justicia, Julio Alak, prometió lo mismo. Y desde Amnistía Internacional, al abrir ayer la conferencia de prensa convocada para intentar romper el cerco informativo, avisan: “Nos preocupa la seguridad de la Comunidad Qom en La Primavera, y principalmente la de Félix Díaz”.
Humanos derechos
La conferencia de prensa es en un teatro, en Florida al 600. Afuera, el mediodía porteño calienta y en los bares los televisores se preparan para anunciar las condenas a los genocidas Videla y Menéndez en Córdoba. Escasas cámaras y poca prensa acompañan (y eso que la sala estaba bien refrigerada).
Félix Díaz, principal dirigente del pueblo Qom (que salvó la vida gracias a su audacia y al monte), toma la palabra y expresa: “Nosotros no tenemos derechos humanos, y estar acá es como estar en un país extranjero, sin identidad, sin derechos (…) Seguimos esperando respuestas del Estado Nacional. Hicimos varios pedidos y nada hemos tenido”. Y sigue: “El Estado es responsable de nuestro padecimiento. Ya no tenemos casa, no tenemos nada…Tanta injusticia y siguen hablando de los DD.HH.”. Y reflexiona: “En todos los discursos la presidenta habla de los Derechos Humanos: ¿habrá que hacer una nueva ley para que nos incluya?”.
Un modelo de desmonte y terratenientes
Sin embargo, las leyes capitalistas sólo saben de ganancia y explotación; de tierras para unos pocos y palos para el pueblo trabajador. Los compañeros de la organización Lalacnaqom expresan esta relación con claridad: “Ni siquiera la existencia del Convenio 169 de la OIT, la Declaración de Derechos Indígenas de las Naciones Unidas, el artículo 75 de la Constitución Nacional, la ley de emergencia territorial 26.160, impidió que el gobierno de Gildo Insfrán, con absoluta complicidad del gobierno de Cristina Kirchner (con la que participó al día siguiente en un acto) y de todos los organismos de DD.HH. (INADI) e indígenas gubernamentales (ICA, INAI), avancen sobre los territorios del pueblo Qom violando los derechos humanos más elementales.
Este no fue un hecho aislado, ni un exceso policial. Esto forma parte de un plan sistemático que tiene como fin acabar con la resistencia de los pueblos originarios que hace más de 500 años defienden con su vida sus territorios ancestrales (para ser destinados a la extensión de la frontera agropecuaria). (…) Son incontables los casos de este tipo. Todos los gobiernos nacionales y provinciales son y fueron cómplices de este genocidio”.
En este marco, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) [1], se destapa como uno de los responsables más directos. “Lo único que hacen es hablar de negocios -expresa Félix-, y no les interesan las cuestiones indígenas. Van a los pueblos a hacer turismo y solo les importa el modelo de desmonte y ganadería”.
Derechos (a la derecha)
La reserva aborigen del pueblo Qom ocupa unas 5.000 hectáreas de buena tierra, donde habitan más de 4.200 personas de la Comunidad La Primavera “Navogoh”. La tierra en disputa, que los terratenientes sojeros y kirchneristas de Insfrán están robando, supera las 2.000 hectáreas. Para poseerlas, “quemaron todas nuestras casas”, expresa Amanda, compañera de Félix. “La policía -recuerda- fue la encargada de llenar los bidones con la nafta que luego rociaron para incendiar nuestras casas”. La policía golpeó con saña blanca y las patas de los caballos pisotearon las espaldas, brazos y piernas de las mujeres Qom. “Los hermanos heridos -relata- tuvieron que viajar a Jujuy para ser atendidos”. Ningún hospital los recibió en Formosa.
El periodista de Página 12, Darío Aranda, en su artículo ¿Derechos Humanos?, aborda y da un poco de luz sobre la dinámica represiva en cuestión: “Salta, Misiones, Santiago del Estero y Chaco no tienen mucho que envidiar a Formosa en cuanto al tratamiento represivo de campesinos e indígenas. Todas provincias alineadas con el gobierno nacional. Al igual que San Juan y La Rioja, donde la represión recae sobre asambleas socioambientales que rechazan la minería. La oposición también hace lo suyo: Neuquén, Río Negro y Chubut siguen el ejemplo represivo de Formosa y tampoco merecen la crítica de la Presidenta”.
La tierra es nuestra
Afuera, la televisión vive su relato inmune al dolor indigena, y los derechos humanos inundan canales y bares porteños. Militantes en Córdoba festejan. En Formosa las persecuciones fascistas continúan. Adentro Félix Díaz retoma la palabra y expresa: “hoy los recursos naturales están cada vez más en manos de las multinacionales. Y no queremos ser cómplices del silencio. La tierra es de la comunidad indígena y eso nadie lo va a cambiar. Si hay que perder la vida no habría problemas; yo estoy sobreviviendo, no estoy viviendo…”
Mañana (que ya es hoy), Félix Díaz iniciará una huelga de hambre exigiendo justicia. Tal vez la lucha por la tierra de los pueblos originarios se vea reflejada y se extienda. Tal vez, no. Quizás la miseria capitalista gané una vez más. Quizás no y los derechos indígenas logren imponerse y se vuelvan humanos: “no queremos plata -cierra Félix-, queremos la tierra que es nuestra”. Desde el PTS exigimos la devolución de la tierra y el castigo a los responsables materiales e intelectuales de la represión contra el pueblo (Toba) Qom de la Comunidad “La Primavera”.
[1] El INAI depende del Ministerio de Desarrollo Social que dirige Alicia Kirchner, y es responsable (entre otras) de garantizar el reconocimiento de “la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan” y/o “regular la entrega de otras aptas para el desarrollo humano” de los pueblos originarios.
Por Hugo Echeverre