El más rotundo rechazo al sistema establecido es decir NO a todas las religiones, ideologías, sectas, sistema de creencias y sistemas filosóficos. Esa negación no es nihilismo, al contrario, es una afirmación de la vida, de la unicidad irrepetible y original que somos cada uno de nosotros. Al darnos cuenta que lo que percibimos es tan solo un pequeño porcentaje de lo que realmente existe y que gran parte del cerebro humano todavía está sin utilizar, entonces intuimos la infinita posibilidad que somos cada uno de nosotros, que somos capaces de crear nuestra propia visión del mundo, como creadores, artistas, genios impecables. El MISTERIO que yace en todas las cosas que existen, nos hace creadores de la forma de ser que queramos, libres de crear nuestra propia visión del mundo, sin religiones ni sistemas de creencias o sectas que jamás podrán convencernos de sus posturas y dogmas. Para quien ha presenciado el infinito misterio, no hay dogma ni creencia que pueda derrumbar la fortaleza de lo desconocido. Si queremos podemos hacer del MISTERIO una teoría del conocimiento, si queremos podemos arrojar al fuego todos esos paradigmas y sistemas de creencias establecidos, y de las cenizas crear uno para sí mismo, y no para la dominación del otro, porque vivir el misterio es el camino hacia la tolerancia ante todos los puntos de vista, la infinidad de formas de ser en el infinito universo anula toda creencia absolutista y dogmática. Sentir aquella gloria de vivir el misterio resolviéndolo con la vivencia en carne propia del infinito misterio, eso es experimentar la divinidad. Cuando vemos una noche estrellada, nos damos cuenta que el infinito no es una minúscula idea de un diosesillo "creador", ni una idea corta de lo que es la divinidad, ni tampoco sus opuestos. Para el que sabe que todo es infinito no hay ideologías, ni religiones ni ninguna verdad absoluta o dogma que pueda dar una explicación a la existencia, pues ninguna verdad absoluta elimina el misterio. Nada podrá ser jerarquía ni autoridad pues esto representa la enajenación espiritual de una putrefacta y demente sociedad y civilización nihilista en la que estamos insertados con sus abominables religiones, sistemas de creencias de esclavitud y pensamientos únicos para débiles mentales.
Nos aferramos a lo Desconocido porque somos rebeldes, porque no hay una verdad que pueda saciar esa sed de conocimiento, porque cuando uno conoce más desconoce. Por eso el sabio es humilde, y no un orgulloso pelafustán que se cree dueño de una verdad absoluta. El que habla no sabe, el que sabe calla, y eso es la enseñanza de los milenios. Todo jefe de secta, gurú, director académico, superior desconocido de las sociedades secretas, infames clubes de mafiosos masones de asesinos de masas, sacerdotes farsantes y pedófilos, obispos, papas nazis y narcotraficantes, rabinos traficantes de órganos, autoridades de mafiosos militares, policiales, judiciales, gubernamentales, corporaciones privadas, bancos internacionales, fundaciones...todos tienen su verdad absoluta, todos tienen su sistema de creencias ideado para su esclavitud mental y oprobio espiritual sin el cual estarían perdidos. Asesinan la inocencia del niño curioso que pregunta por todo y que no está saciado de su sed de saber y conocer. Por eso hay que volver a ser como niños y ser inocentes, sólo así podemos estar abiertos a sentir y vivir esa misteriosa experiencia del infinito en sí mismo, vivir el misterio que yace en todas las cosas que existen y que no existen. Si dejamos a un lado todo paradigma nefasto que mata la curiosidad, somos entonces subversivos porque somos posibilidad infinita, y no rebaño infame que sigue a su líder y gurú führer por su debilidad mental y miedo.
Pero no solamente la debilidad mental del borrego humano que sigue las ideologías impuestas es la herramienta para el triunfo de lo abominable, también los plasmas mentales que ejercen un verdadero envenenamiento contra la psique colectiva. El plasma del mesianismo es tan corruptor que anula a las personas y las convierte en robots zombis al servicio de las religiones establecidas y paradigmas de monstruos psíquicos que son en esencia misma lo abominable y despreciable del sistema en sí.
Vivimos en un mundo cambiante, nada está determinado para el que está abierto a la infinita posibilidad de lo Desconocido. El sistema ha llegado a la masa crítica, todas las columnas que sostienen a la civilización están temblando, el mundo entero está a punto de estallar porque la época de nihilismo espiritual de hoy es el resultado de milenios de decadencia humana, de caos ordenado planeado por francmasones, rosacruces, jesuitas, sionistas y sus engendros mentales (demonios) desde la noche de los tiempos. Piensan llevar al mundo a la apostasía absoluta, a la total decadencia, creen que están en una misión divina, piensan traer la tribulación última del armagedón, y para ello han utilizado a las religiones, a los sistemas de creencias para esclavos, a las sectas, sociedades secretas y plasmas mentales de la inmundicia para acelerar la condena, y llevar a una devastación espiritual jamás antes vista para la humanidad. Los corderos humanos han entrado en la carnicería de sus propios demonios, pues ellos mismos son sus opositores y adversarios, el degollamiento global ha sido diseñado por ellos mismos, este sistema está a punto de colapsar y llevar a la humanidad a una verdadero cataclismo. Los que se inventaron las religiones saben muy bien que son solo marionetas de demonios psíquicos creados por ellos mismos, y que mientras se mantengan egoístas, codiciosos, ambiciosos, maquiavélicos, no pararán hasta llevar al mundo a un infierno terrenal.
Mientras ocurre esto, el espíritu libre solo ve los ciclos desde el infinito, los ciclos cósmicos que se repiten eternamente, oro, plata, bronce, cobre, hierro… estamos en una era de hierro que hace que un humano mate a otro, la era de decadencia (kali yuga), la noche de la noche del espíritu decadente, pero transitoria y pasajera, pues no hay mal que dure más de 100 000 años. Todo cambia, todo se transforma, todo se renueva, pronto el espíritu libre colectivo subvertirá las columnas de lo establecido, mientras los hijos de lo abominable, desesperados, prepararán al mundo hacia la devastación última, pues piensan aniquilar a la humanos si no logran construir un inmenso campo de concentración donde estemos totalmente controlados, vigilados y esclavizados.
Los espíritus libres nos mantendremos alertas ante los cambios y los planes demenciales de los enfermos mentales del poder global y con cada acto que realicemos haremos la guerra por la liberación del ser, no podrán detener esa avalancha de libertad que pisoteará toda la infamia, toda esta inmensa prisión abominable y repugnante que han llamado globalización o nuevo orden mundial. Mientras tengamos conciencia de la consciencia no podrán con nosotros, pues somos libres y por más que el mundo se esté incendiando, no queda otra que surfear el apocalipsis y refugiarnos en el infinito interior para nunca perder la inocencia y pureza que es nuestro más preciado tesoro en un mundo de corrompidos e hipócritas…
puede ser que en el mundo de afuera se viva un infierno, la noche de la medianoche, la decadencia, sin embargo, en mi mundo del infinito interior nadie me quitará el paraíso…
