La ventaja de carecer de ideología política es que se puede
asimilar los acontecimientos histórico-políticos sin el sesgo ideológico,
tampoco se da juicios de valor sobre los acontecimientos sin antes haber
aprehendido los hechos en sí. Para muchos una tarea imposible, pues crecemos en
un entorno donde se nos inculca una forma de percibir la existencia, sin
embargo, los hechos existen y por más sesgo ideológico o perspectivo que sea
impuesto al ser humano, los hechos están ahí, para aquel que quiera
visualizarlos sin los anteojos de ideología y de la percepción, los hechos se desvelan.
Es por eso que los acontecimientos se presentan por sí
mismos para la persona despierta, mientras que para el enceguecido y sesgado por su partido,
ideología o sistema de creencias, los acontecimientos se deforman por su
percepción. Vamos a hacer un ejercicio de aprehensión de la historia presente
para asimilar los acontecimientos y poder predecir hacia donde nos conduce
tales acontecimientos, como ejemplo, lo que ocurre en este instante en
Venezuela:
1)
Crónica del saqueo y del hambre
Las farsantes independencias de los Estados-nación latinoamericanos
dejaron en el poder a un puñado de familias criollas que se adueñaron de las
tierras y de las riquezas de los pueblos latinoamericanos en nombre de la
democracia, la independencia y la libertad. Así, los comerciantes y banqueros, terratenientes
y nuevos millonarios, descendientes del mestizaje y de la violación en masa de
los europeos, se dieron cuenta que no podían gobernar directamente a través de
monarquías y virreinatos, con sede en Europa, así que decidieron crear a los
Estados-nación para que el saqueo y la explotación de las riquezas se realice
con la mascarada de la democracia y la supuesta independencia.
Así nacen los Estados-nación latinoamericanos como Colombia,
Ecuador, Venezuela, Bolivia, Honduras, Nicaragua, etc….todos, a pesar de sus
procesos históricos únicos, tienen sus similitudes, sobre todo en la élite económica que son las mismas familias aliadas que junto al poder imperial
europeo formaron los Estados-nación con los farsantes ideales masónicos de la
Ilustración (libertad para saquear, igualdad económica para la minoría,
fraternidad mafiosa). De tal forma que los gobiernos que elijan los pueblos
tendrán siempre el manejo indirecto de las grandes élites masónicas a nivel mundial. El poder
político es cohesionado por el poder económico, pues no nos gobiernan los Estados,
sino los que financian a los Estados. De tal forma que todo hombre de Estado,
de izquierda o de derecha, forma un partido político que recibe “donaciones”
(inimaginables sumas de dinero) de la élite económica para que cuando acceda al
poder sea condicionado en su gobernanza, y no gobierne en beneficio de la
mayoría, sino para la codicia y mezquindad de la inmunda élite masónica. Tal forma de gobierno
es la que rige en el mundo, y a esta farsa han llamado democracia, supuestamente
el poder del pueblo, cuando en verdad los Estados-nación han perdido el poder
real bajo el dominio de la élite económica para formar redes de mafias en un
nuevo orden mundial.
Ahora bien, es cierto que teóricamente son los pueblos los
soberanos, los mandantes, ¿pero qué quiere decir esto? ¿Cómo la inmensa masa ignorante puede gobernarse
a sí misma? Los representantes de los partidos políticos, ya condicionados económicamente
por la élite, son elegidos por voto popular, supuestamente el pueblo decide a quien
quiere que lo represente, pero la representación es una farsa cuando todos los
partidos políticos tienen que devolver favores a la élite económica una vez que lleguen al poder.
Así, un partido político de izquierda o de derecha, una vez que acceda al
poder, puede ejecutar políticas públicas que beneficien a la mayoría, para
ganar popularidad, gastando apenas un porcentaje del presupuesto del Estado para la gente,
pero es la élite económica quien se beneficia de sus políticas. Todo
Estado se mantiene con el dinero de los impuestos de la mayoría, pero también de las
contribuciones de un sector de la élite económica. Es por eso que si existe una rivalidad dentro de las élites
económicas, por envidias, miserias y mezquindades entre ellos, eso se puede
reflejar en un enfrentamiento político financiado para ejecutar la escenografía del
gran teatro democrático para concentrar el poder y la riqueza.
2)
La hecatombe social prefabricada en
Venezuela
En los Estados-nación
latinoamericanos, ambos espectros de la esfera política, es decir izquierda y
derecha, son manipulados por la élite económica, e incluso el enfrentamiento
directo beneficia a las élites que imponen el orden a través del caos (ordo ab
cao). Así tenemos por ejemplo, el caso de Venezuela, que hay que analizarlo con
una lupa para poder entender que es lo que está pasando en este instante en el país que es cuarta reserva de petróleo a nivel mundial. Es evidente
que cuando el militar Hugo Chávez entra en el panorama político primero como
golpista y después como político de izquierda, esto reflejaba la insatisfacción
del pueblo venezolano con décadas de gobiernos corruptos y entreguistas de sus
recursos a los imperios sionistas occidentales. El socialismo farsante caló fondo en Venezuela por la brecha
inmensa entre ricos y pobres, y este legado recoge el chavismo para tomarse el
poder, sin olvidar que las élite económicas capitalistas como la familia de Gustavo
Cisneros apoyaba al socialismo bolivariano desde un comienzo. Hugo Chávez y esta nueva élite
económica serían los mejores actores para canalizar el descontento y la furia
popular, que en 1998 lleva al poder a Chávez con una inmensa mayoría de electores. El
Estado-nación venezolano iba a ser gobernado por socialistas financiados por
capitalistas. Queda claro que al nacionalizar el petróleo, dejó de regalar
a las corporaciones transnacionales petroleras de EE.UU y Europa como lo hacían los otros gobiernos, sin embargo,
nunca dejó de negociar con ellas y no paró de vender petróleo a los EE.UU que
tenía que gastar mucho más para acceder al petróleo. Recordemos que el
petróleo venezolano (y el de Medio oriente) es el combustible que mantiene a la
máquina infernal del sistema capitalista occidental. Pero esta élite económica burocrática que apoya a Chávez
no quería depender solamente de los consumidores de EE.UU y de Europa, y empezó
a vender igual cantidad de petróleo a China. Por lo que empezaría una tensión entre EE.UU y el Estado chavista. Las
constantes nacionalizaciones de los demás recursos naturales, el gasto en políticas
públicas, el desplazamiento de la élite
venezolana pro Estados Unidos del poder en Venezuela, hizo que el 11 de abril
del 2002 la CIA y la oposición venezolana fragüen un golpe de Estado contra
Chávez que estuvo a punto de derrocarlo. Sin embargo, el pueblo venezolano de
las clases populares salió a las calles para que Chávez vuelva al poder, lo
que determinó la popularidad de Chávez y en sí se fortaleció el socialismo del
siglo XXI, como nueva forma de gobernabilidad en el proceso histórico
latinoamericano donde las masas son manipuladas para que el Estado-nación
concentre el poder económico y político en nombre de la revolución . Después de 14 años de gobernanza socialista, Venezuela se hunde por
un nivel de criminalidad y asesinatos jamás antes visto, 75 asesinatos por cada 100 000 habitantes, algo
así como 10 asesinatos diarios, peor que México o Brasil, también crisis
económica, tensión generalizada... a pesar del estado deplorable de un país, las manipuladas clases populares,
que se han visto beneficiadas por las políticas públicas del paternalismo
social chavista, se han mantenido apoyando al régimen y Chávez se mantuvo intacto en el poder hasta
que…. de la noche a la mañana le da un cáncer que termina por asesinarlo. No
son descabelladas las teorías que afirman que el cáncer de Chávez fue inoculado
como un arma biológica-electromagnética por EE.UU, pues la tecnología existe, y es
muy posible que hayan emanado ondas electromagnéticas cancerígenas a través de
antenas de cualquier vehículo que lleguen a una sola persona, así como también es posible que infiltrados
traidores dentro de la seguridad de Chávez le hayan estado envenenando en su
propia comida. Los hechos hablan por sí mismos: la muerte de Chávez es una
pieza esencial en el rompe cabezas que la inmunda élite está armando y que
tiene como objetivo la militarización de la cuarta reserva de petróleo en el
mundo. Porque con el líder del Estado-nación socialista muerto, la élite económica
que apoyaba al socialismo y que vendía el petróleo a China se quedó sin su
cabeza, de allí que se llame nuevamente a elecciones y se elija el 14 de abril del
2013 al sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, venciendo por una cantidad mínima al
sionista judío de Radonsky Capriles,
representante de la elite capitalista judía que tiene un gran pedazo de la torta del poder
económico en Venezuela. Esta jugada se puede interpretar de la siguiente
manera: la élite económica socialista quiere perpetuarse en el poder, sin
embargo, EE.UU no quiere esperar más por saquear los recursos naturales de
Venezuela, asesinó a Chavéz silenciosamente para no llamar la atención
(hubieran podido asesinarlo como lo hizo la CIA a Jaime Roldós en Ecuador o a
Omar Torrijos en Panamá) con la intención de que en las siguientes
elecciones no gané el sionista de Capriles, sino el mismo Nicolás Maduro por una mínima diferencia, para desencadenar una hecatombe
social como la que se vive Siria o Libia, una guerra civil prefabricada.
Los resultados de las últimas elecciones intensificaron la
polarización y han puesto a Venezuela al
borde de un enfrentamiento fraticida o guerra civil. Y es justamente lo que
quiere EE.UU, una guerra civil en Venezuela para justificar una futura intervención
militar, y militarizar así (valga la redundancia) los pozos petroleros y las
reservas de agua como lo han hecho en
Libia o en Irak. El guion empieza a tener sentido: muere Chávez, llaman a elecciones,
gana con las justas Maduro y el sionista de Radonsky Capriles no reconoce los
resultados, con la ayuda de la Mossad y
de la CIA prepara movilizaciones, protestas, enfrentamientos con la obvia
reacción del régimen socialista para incrementar la tensión y desatar así poco
a poco una guerra civil, tal como ocurre en Siria, Libia o Irak. Todo para
desencadenar la guerra fraticida y la
militarización de los recursos naturales en cualquier punto del globo del sionista
nuevo orden mundial.
Ojo latinoamericanos, la hecatombe social se está fraguando
en nuestros ojos. En Venezuela está empezando un estallido que puede incendiar a toda la región….alertas.