Saturday, May 28, 2016

TERREMOTO ARTIFICIAL EN ECUADOR



El sábado 16 de abril del 2016 un devastador terremoto de 7.8 grados en la escala de Ritcher azotó la costa del Ecuador provocando la muerte de cientos de personas, irreparables daños, la destrucción total de pueblos y ciudades, y un sabor amargo de dolor y tristeza. El epicentro del terremoto fue de exactamente 15.7  km de profundidad, los terremotos llegan a tener hasta 700 km de profundidad, si es de 20  km o menos puede no ser natural  como los que han venido ocurriendo los últimos años muy seguidos desde el devastador terremoto en China en Sichuan que fue de 15 km de profundidad, el de Haití de 10 km de profundidad, Chile de 18 km, Nepal de 12 km…además luces extrañas se vieron en el cielo en estos terremotos, incluso hubieron nubes deformes como en Ecuador, también elevaciones inusuales de la temperatura el momento en el que se dieron los terremotos...



 Todo apunta al uso del arma electromagnética del gobierno de EE.UU llamado Proyecto HAARP. El 12 de enero del 2010 en Haití ocurrió un “terremoto experimental” que justificó la militarización del país por parte del ejército de EE.UU, tomando el control de este punto estratégico del caribe. Poco antes del terremoto, 10 000 marines del ejército estadounidense estaban ya preparados con antelación en un ejercicio de simulacro para una posible “catástrofe natural” que luego ocurrió y  justificó la “invasión humanitaria” que Obama ya tenía preparado, ¿mucha coincidencia no?, esto está documentado cualquiera puede acceder a esta información, el encargado de la operación, el general P. K. Keen del ejército estadounidense se encontraba en un refugio de protección en la anti-sísmica embajada norteamericana en Puerto Príncipe cuando ocurrió el terremoto,  además ese mismo día se dieron dos terremotos menores en Honduras y Venezuela de 10 km de profundidad, ¡que locas placas tectónicas! 


 Proyecto HAARP es un complejo gigantesco de antenas que se sitúa no solo en Alaska sino en varios puntos del globo, que emanan ondas electromagnéticas de baja frecuencia para manipular la ionósfera, y con ello el clima, pero también puede hacer vibrar a las placas tectónicas que ya en sí están estresadas a punto de temblar, esta arma apocalíptica disfrazada de “investigación científica” fue creada con la tecnología del electromagnetismo de Nikola Tesla quien ya en el año de 1898 provocó un temblor que sacudió los edificios en Manhattan, lo reportó el New York Times. Solo con un oscilador electromagnético, ese genio loco pudo hacerlo, hizo temblar la tierra así como el desarrollo de la corriente alterna gracias al cual existe la electricidad con la cual funciona todo el sistema. Las ondas electromagnéticas creadas mediante turbinas magnéticas pueden alterar al campo electromagnético cuyas vibraciones puede hacer vibrar a las estresadas placas tectónicas que ya de por sí esperan una liberación de la tensión a punto de liberarse. 


No es descabellado pensar que en Ecuador también pudo haber ocurrido un “terremoto experimental” como el de Haití, pues la doctrina del shock ya está siendo aplicada en Ecuador: más deudas, más privatizaciones, más impuestos, se ha tratado de debilitar a todo un país que ya estaba enfrentando una crisis económica y sociopolítica. Ahora,  por el hecho de haber expulsado a los EE.UU de su base militar en Manta, y por haber vendido el petróleo y minerales con antelación a China, ya el Ecuador está en la mira de los EE.UU y sus aliados, quienes además también quieren provocar la guerra civil en Venezuela para justificar una posible intervención de la OTAN. Si esto es así, entonces estamos en un estado de guerra total contra un imperio maldito, la verdad está de nuestro lado, la verdad saldrá  a la luz, y los infames asesinos serán detenidos y juzgados, porque la verdadera historia no olvida los sucesos, todo queda registrado, y todo sigue su curso… 

  

   la población ecuatoriana se movió en solidaridad con los damnificados que perdieron sus familiares, sus casas, sus trabajos... de repente la tierra tembló y en un santiamén cambió la vida.