Después de que la camarilla de genocidas y criminales que ostentan el poder mundial lanzaron al mundo un virus mortal, creado y patentado en laboratorios de EE.UU y China, la sociedad ha dado saltos acelerados hacia una distopía totalitaria y dictatorial soñada por estos fascistas tiranos herederos de Hitler que anhelan la gobernanza global, quieren hacer del mundo una vil prisión en donde se pisotee a diario los derechos y libertades fundamentales y esclavizar a las masas entre ondas y nanosensores. Lanzaron deliberadamente un arma biológica que ahora sirve de justificación para la instauración de medidas totalitarias hacia una Dictadura Sanitaria Mundial sin precedentes. El objetivo siempre fue la identificación digital biométrica de masas, el QR del PASE-COVID, la invasión al cuerpo con nanotecnología y sustancias transgénicas para el control cuasi absoluto del ser humano. De paso quieren reducir la población para su mejor control, otro objetivo del golpe de Estado sanitario: la geopolítica del Despoblamiento hacia la gobernanza global. A la OMS (financiada por Estados corruptos, la industria farmacéutica, la Fundación Bill y Melinda Gates, etc.) no les interesa proteger tu salud, al contrario, su ideología es eugenésica y racista, y lo único que piensan es reducir a la población mundial para poder instaurar un nuevo orden, lo que incluye crear virus como armas biológicas para después obligar a toda la población a inyectarse sus vacunas experimentales y así dañar, enfermar y matar lentamente. A las Farmacéuticas les importa un bledo tu vida, lo que les interesa es el negocio de los “medicamentos” y mantener enferma de manera crónica a la sociedad, sus “vacunas” COVID son terapias génicas experimentales que pueden alterar significativamente el genoma humano y futuro puede desencadenar una catástrofe sanitaria peor que cualquier pandemia, además son el medio y justificación para que los poderes establecidos instauren esta “nueva normalidad” totalitaria en el que se pretende eliminar bajo decreto las libertades fundamentales.
Hoy, hay mucha gente que en sus puestos de trabajo, en universidades, en instituciones privadas y públicas están siendo obligados para que se inyecten el experimento con amenazas y coacción. Si no se inyectan deben presentar pruebas negativas de las fraudulentas RT-PCR inespecíficas y erróneas que para lo único que sirven es para que los enfermos mentales del poder tengan registrado un banco de ADN que acumulan con este horrendo hisopado que puede dañar la barrera hematoencefálica. La coacción es evidente, los derechos fundamentales están siendo pisoteados, y pretenden expulsar de la sociedad a aquellas personas que con su decisión libre y voluntaria, amparada por las leyes y constituciones, han decidido no inyectarse el experimento. En varios países del mundo la expulsión a los no inoculados está acelerada, no pueden entrar a los supermercados sin el QR-PASE-COVID, no pueden ingresar a restaurantes, bares, cines, teatros, museos, conciertos, no pueden viajar, no pueden usar ningún medio de transporte, se les niega el cupo a universidades, cursos y escuelas, son discriminados y prácticamente desterrados de la sociedad…el sistema de la nueva anormalidad es todo un APARTHEID, una estructura totalitaria y fascista que quiere castigar con el ostracismo total a quien no se deje inyectar el experimento ni ser vigilado, monitoreado, digitalizado y controlado. Es el modelo del “crédito social” de la Dictadura Comunista China, si te portas bien y obedeces al sistema, tendrás premios y dádivas, pero si desobedeces y criticas y cuestionas al poder, te irá mal.
Sin embargo, mucha
gente ya está bien cabreada, las manifestaciones masivas contra esta tiranía están
a flor de piel, y no la van a tener fácil los monstruos enfermos que ostentan
el poder. Por más que hayan diseñado esto durante siglos, la prisión planetaria
puede desmoronarse en cualquier instante como un castillo de naipes si la propaganda
y la manipulación dejan de funcionar. Porque los pueblos se están levantando,
muchos ya están despertando, y se dan cuenta que la pelea contra el nuevo orden
mundial recién empieza. No todos los seres humanos son animales de rebaño,
muchos cuestionan la realidad establecida, y para muchos la desobediencia es un
deber ante leyes tiránicas e injustas. Son muchísimos los que aman la libertad
y la vida, no quieren vivir como esclavos del tecnócrata, y como guerreros
pelearán por defender los derechos y libertades fundamentales, no se entregarán
así nomás a este sistema de la muerte y del transhumanismo sin antes haber dado
pelea hasta las últimas consecuencias. Ese pequeño porcentaje de la población
que ha abierto sus ojos ve claramente como los inmundos mafiosos del poder
están desesperados por controlar en su totalidad a la humanidad, porque ya no
tienen tiempo, y saben que el sistema se les va de las manos, si la mayoría
despierta su orden mundial colapsa y su poder así sea material, se les irá como
arena en las manos, se verá degradado ante el despertar masivo de la consciencia.
Jamás podrán encerrar o matar al espíritu libre.
Si como humanidad no tomamos acción ya, una
infernal distopía se dibuja en el horizonte.
