Tuesday, June 13, 2006

Los Hijos de la Viuda Corrupción


Cualquiera que tenga dos dedos de frente se da cuenta que la Corrupción y el “secretismo” van de la mano, que la existencia de “sociedades secretas” a nivel socio-político es una de las bases del nepotismo, la hipocresía, la traición, el robo con el amparo de la ley, el brindar y hacer favores a los “hermanos” miembros de estas Sectas que ostentan Poder Social, Político, Cultural, Educativo, Mediático, Económico y sobre todo un Poder Militar sin precedentes. Supongamos que un general del ejército de cualquiera de los corruptos Estados-nación del mundo, asciende como Ministro de Defensa. El “uniformado” recibe de las cúpulas militares y estatales consejos y sugerencias sobre su “que-hacer”. Una de ellas es formar parte de algún “Club” de poderosos ya que esto le brindaría “facilidades” en su misión de ejercer un Poder y una “responsabilidad” tan grande como ser Ministro de Defensa. A pesar de que la mayoría de militares son algo iletrados, digamos que este general leyó en algún libro sobre la relación entre agencias gubernamentales y “sociedades secretas”, sabe que hay un vínculo esencial entre el Poder del Estado y los “Clubs” de poderosos y millonarios plutócratas que mueven los hilos de la política mundial. Sin pensar dos veces, este general decide ingresar y ser “iniciado” en alguno de estos “Clubs”, para empezar bien su misión del “deber”. Conoce gente muy importante, hace relaciones con la “crema y nata” de la Plutocracia de su nación (un Poder no solamente de ricos banqueros, también de ricos empresarios, hacendados, tecnócratas, etc), se empieza a mover con facilidad para ejercer bien su Poder, pues el Estado y las clases millonarias burguesas, aquellos que dirigen a esta sociedad, se reúnen en Órdenes o en “Clubs” internacionales como piezas claves para mover los hilos de los acontecimientos en el ajedrez geopolítico y social del mundo.

Este general, ahora convertido en ministro de defensa, está muy interesado en la adquisición de armamento para “la seguridad de la patria” pues desde que es niño le gustan las pistolas y jugar a la guerra, y ahora que es “grande” su juego se está haciendo realidad. Empieza a armar a la nación sin que se entere el pueblo, que domesticado y atemorizado por la delincuencia apoya la fascista militarización policial de las ciudades, para que se comercialice con el genocidio, la guerra y el tráfico de armamento. En el “Club” hace buenos contactos de fabricantes de armamento y empieza el negocio sin el consentimiento del “presidente” ya que él también es miembro del “Club” y otra marioneta de su Poder. Hace este negociado gracias a los millones que el Estado brinda a la seguridad y a la presión de ciertos sectores del Poder legislativo, para que la sociedad tenga las suficientes armas y así se maten los unos los otros en una guerra fraticida que hace millones de $$$$ para los miembros del “Club”. El empresario dueño de la fábrica de armas hace una riqueza impresionante gracias al “mercado negro” que da más beneficios al menor costo, la base del capitalismo de la guerra. El negociado le cae redondo también a los bancos que hacen las transferencias del dinero del Estado y de las fábricas privadas de armamento, pues los dueños de los bancos también son miembros importantísimos del “Club”, reciben con mucha felicidad los $$$$ en su banco, agradecen a sus “hermanos” la gran inversión para la guerra y el gran depósito. Todos los miembros del “Club” son beneficiados con la inmensa riqueza que hacen los banqueros, así algunas “deudas y favores” son pagados a otros miembros del “Club”, jueces de la Corte Superior de Justicia del corrompido Estado-nación. Sabe que millones de $$$$ hacen la diferencia a cualquier veredicto que siempre será el más conveniente para el “Club” y no necesariamente el más “justo”.

Así, favor tras favor, se va formando la cadena de corrupción en la que no solamente están implicados generales del ejército, ministros de defensa, generales de la policía, presidentes, banqueros, empresarios, tecnócratas, sino también senadores, diputados, jueces, abogados, rectores de universidades y uno que otro peón marioneta de los “superiores desconocidos” que dirigen la cabeza del “Club”. Si eres miembro tienes asegurado tu economía y tu subsistencia, siempre y cuando nunca te niegues a realizar un “favorcito” para el “Club”. Una vez “iniciado” son propietarios de tu psiquis y de tu vida, seas ministro de defensa o dueño del Canal más popular de Televisión.

Sigamos suponiendo que este ministro de defensa es pillado con las manos en la masa por unos agentes policiales que no pertenecen al “Club”. Sabe que hizo un trabajo ilegal pero está respaldado por los miembros del “Club” de la Corte Superior de Justicia y en los medios de comunicación, así que no se preocupa que unos cuantos agentes le hayan pillado en el negociado del mercado negro de armas. Pero digamos que los superiores del “Club” deciden cambiar de ministro de defensa. El dueño del canal de televisión es avisado para que publique el escándalo de Corrupción después de algún tiempo. El escándalo sale a la luz y el ministro de defensa es reemplazado por otro miembro del “Club”, más capacitado para los negocios chuecos.

Los miles de millones de $$$$ que hace la industria de armamento es una de las fuentes de financiamiento más importante para la “filantrópica” labor del “Club”, junto con el negocio de hidrocarburos y el narcotráfico. Ellos son los “miembros constructivos de la sociedad”, quienes tienen la “moral más elevada”, los “filántropos” y los ejemplos líderes…. ¿Pero cuales son los objetivos de tanta corrupción y envilecimiento social? El “Club" tiene sus objetivos, principios, dogmas de fe y sistemas de iniciación heredados por una tradición que remonta quien sabe cuantos siglos. El “secreto” del “Club” no es velado más que en los más “altos grados” y a los neófitos les dicen que el “Club” es la escuela de la moralidad más elevada y perfecta (pero no hay que olvidar nunca que todo el que predica una moral es el más inmoralista), que ellos son la puerta del “conocimiento”, que tienen las llaves de la sabiduría, que adoran al “verdadero” y “único” Dios, etc...El neófito es seducido e ingresa para ser “bautizado” o “iniciado” en el “Club”, pierde así su propia autonomía y libertad ya que está determinado por el “juramento” de secretismo y fidelidad al “Club” que si es roto le da poderes para acabar con su vida, pero si sigue sus lineamientos morales y obligatorios, llegará a los más altos poderes dentro de la sociedad. El ministro de defensa, perjudicado por el “Club” sabe que no será abandonado y no perderá su respaldo, así que es exiliado a uno de esos países millonarios que producen armamento para la guerra y la muerte.

El banquero es el miembro eje del “Club”, ya que financia todo el engranaje social, incluyendo los movimientos de protesta y a las organizaciones no gubernamentales llamadas ONG´s, que dicen “trabajar” por “otro mundo posible” gracias a los millones de $$$$ que reciben de algunos banqueros “filántropos”, quienes también apoyan a los traidores revolucionarios a sueldo, los que “tienen un pie en el banco y otro en el movimiento social”, a esos burgueses farsantes que se visten de la camiseta roja de la hoz y el martillo y dicen alabar el símbolo de la pirámide y el ojo que está impreso en los billetes de un dólar o esos hipócritas grupos ecológicos que dicen ayudar a los animales mientras son unos carnívoros…esos infames, indignos, traidores que hacen millones de $$$$ con la revolución…ellos son miembros muy importantes del “Club” ya que son piezas fundamentales para las movidas del ajedrez geopolítico mundial. La historia mismo nos da sus ejemplos de cómo es la estrategia del “Club”, por ejemplo, un 21 de Septiembre de 1917, Max Warburg, gran financiero miembro del “Club”, abre una cuenta con millones de $$$$ en Estocolmo, Suecia, para entregárselos a Leon Trotsky y así comenzar la sanguinaria e hipócrita “revolución bolchevique” que costó millones de muertos, incluso más que en la primera y segunda guerra mundial juntas y que aceleró el proceso de bipolaridad del mundo y posterior globalización.

Y a esto llamaron “revolución”, a la traición del capitalismo de Estado o “socialismo”, a la hipocresía y a la dictadura inhumana, a la falsedad y a la corrupción. Ahora, después de la caída de la Unión Soviética, los objetivos y planes del “Club” están llegando a un punto crucial con el neo-imperialismo que han llamado Globalización neo-liberal o por último quieren lograr formar una “globalización de izquierdas”. El “Club” tiene planeado dominar a toda la humanidad a través de un Orden Imperial o Novus Ordo Seclorum que significa Nuevo Orden de las Eras cueste lo que cueste, y no importa la corrupción, la ignominia, la hipocresía, la traición, la sangre derramada necesarias para llegar a sus objetivos imperialistas, el Plan está llegando a su parte decisiva…Para quien aun no se haya dado cuenta a cual “Club” me refiero, es la Masonería…