Tuesday, November 13, 2007

DESOCULTANDO AL OCULTISMO



La primera impresión del recién concebido es sentirse uno con el útero de su madre, recibe toda la información genética de la sangre de sus progenitores, después de un tiempo empieza a percibir las emociones y sentimientos que comparte con ellos en sus genes. Al nacer ya es una persona con su propia percepción del mundo haciendo conciencia de su propia existencia, pero unido inexorablemente a los vínculos hereditarios y determinado por ellos.

Pero antes de que fuera concebido, por la unión del óvulo pasivo con el espermatozoide activo, no existía Nada más que el Amor de sus padres, y antes de ese Amor, realmente, no había Nada para el recién concebido. Quizá la posibilidad y el chance, el azar y el juego infinito, el perpetuo movimiento que conduce a dos seres se conozcan y procreen Vida y recreen la primigenia cosmogonía de lo que llaman Universo.

Se puede simbolizar así la cosmogonía universal como nace el bebé desde la Nada gracias al eterno coito reproductivo de Amor, o mejor dicho gracias a una fusión del ser y de la nada, la fusión de los opuestos, luz-oscuridad, femenino-masculino, simbolizando así el nacimiento del Todo en la Nada. El sexo es un símbolo de la fusión de Amor de los principios masculino-femenino que “crea” la vida. La Cueva Cósmica en coito con el Falo de Luz, (Madre-Padre) la Fuerza única por excelencia. Antes del Amor no había Nada, la infinita oscuridad de la Cueva Cósmica es la madre del par de opuestos, el Amor es la Fuerza y el Odio es la fuerza que odia al Amor por el hecho de existir la dualidad, pero el odio no es más fuerte, el odio es el resentimiento del amor, pero así como se ama a los amigos, se odia a los enemigos y así eternamente.

El nacimiento de un animal, una planta o un ser humano no solo simboliza la “creación” de un supuesto “universo”, es un símbolo de la Totalidad en la infinita Nada, del Infinito y el Amor en sí, es un símbolo del Misterio de la Existencia, un enigma, un laberinto, la paradoja, lo inefable. La existencia y la conciencia de la existencia (la naturaleza conciente de sí misma) son un admirable y maravilloso Misterio que sólo los poetas, artistas, músicos, brujos, han logrado captar y simbolizar, los místicos y santuchos necesitan de un Dios y de un Diablo, de la “experiencia mística”, la iluminación, la iniciación para explicar el misterio, mientras que los genios y los guerreros de sangre no necesitan de nada, ellos son los creadores, se “inician” a sí mismos…

Todas las religiones, filosofías, creencias, mitos, gurúes, sectas, sociedades secretas, son inventos demasiado humanos que han intentado explicar y dar sentido a este inefable Misterio, pues la manipulación del conocimiento va de la mano con el poder político-social, y el conocimiento existe, conocer es un órgano más como el hígado o el pulmón, la naturaleza humana es intuitiva, reflexiva, analítica, la mente no es un mito, es de carne y hueso.

El poder político es manipulación del conocimiento porque mandar es ignorancia, por lo tanto idiotez, ruina y decadencia, el Estado y la Ley son una Prisión que manipulan el conocimiento para dominar. Usar el conocimiento para el poder es en principio apoderarse de una “verdad” a través de la dictadura de la ideología, mejor dicho, inventarse una “verdad” para someter con tiranía a los débiles súbditos, ávidos de un propósito y un sentido, la oveja humana.

Y sin embargo, la sabiduría es una consecuencia del hecho de respirar y de existir, y no sabemos más que los animales ni que las plantas, pero sabemos, cada cual a su modo. Los que se hacen llamar sabios están muy alejados de la sabiduría, los que pretenden inducirse estados de iluminación jamás serán iluminados, los que creen conocer son los más ignorantes. Mientras más se conoce más se desconoce, es como el artista que nunca ha perdido el sentir maravilloso de lo mágico y misterioso, el éxtasis del niño curioso. Ningún orgulloso dogmático u ortodoxo podrá sentir este éxtasis porque la “verdad” impuesta enceguece, mutila la innata curiosidad, toda religión es una regresión, la nefasta idea de Dios es la castración.

Durante miles de años han existido sectas o sociedades secretas que manipulan el conocimiento por poder, los que se han inventado religiones y filosofías diversas para esclavizarle al ser humano. Estas sociedades secretas como la francmasonería, los Illuminati, la Teosofía, OTO, Caballeros de Malta, Priorato de Zion, etc, se creen baluartes del “conocimiento” siendo ellos los agentes de la castración y la perdición, pues sus métodos se basan en el dogma, la vil manipulación del saber, en la jerarquía de grados por poder, en la mentira, en el secretismo, la hipocresía, en la ignorancia , en la institucionalización del conocimiento, la magia negra, la ruina… nada bueno esconde “ocultar” el conocimiento. Sin embargo, el animismo, la brujería, el vudú, la santería, la macumba, el chamanismo, la magia natural, la magia sexual, siempre han existido y siempre existirán como una forma de conocimiento y de éxtasis espiritual, a pesar de la manipulación masónica de la “nueva era” y los constantes ataques de los sectarios racionalistas judeocristianos y satánicos marxistas. La brujería nunca murió y está batallando…

Además toda secta es dogmática, todo gurú es ortodoxo y terco, toda sociedad secreta tiene como paradigma una abominación, autoritarismo, pretender tener la “verdad” y el conocimiento por poder y manipulación, la base misma del sistema de esclavos. El conocimiento por poder con magia negra domina en la civilización supuestamente racional y progresista. Los Illuminati, por ejemplo, secta que ocupa los puestos más prominentes en el poder mundial, se consideran magos negros que adoran a Satanás, siendo Satanás un invento judeo-cristiano, pues la criminal Iglesia Católica y sus hidras jesuitas y templarias satanizaron a la brujería y al conocimiento pagano y animista durante más de dos mil años de inquisición llamándolo “diablo”, mientras ellos mismos son los que siempre realizaron hasta ahora ritos de magia negra como sacrificios de niños para obtener poder de las fuerzas del Odio. En nuestros tiempos, el fundador de la Iglesia de Satanás fue un judío y masón-templario, Antón Sandor Lavey, recién muerto en 1997, institución no muy diferente en su dogmatismo que la insanidad judeo-cristiana a la que supuestamente combaten. Todo forma parte de la gran manipulación del conocimiento. La Gran Conspiración.

Las élites siempre impusieron al oprimido pueblo sus dogmas religiosos para alejarles del conocimiento, como el judeocristianismo, el laicismo cientifista masónico y el satanismo en occidente, el Islam y el sufismo en medio oriente, o el neo marxismo racional materialista que se expande en todo el globo, etc. Y ahora la magia negra de la secta teosófica de la “Nueva Era” está ganando muchos adeptos ovejas en el Nuevo Orden Mundial. El movimiento de la “nueva era” es una secta masónica que tiene sus raíces en el racismo teosófico de Madame Blavatzky, en el satanismo y magia negra de Eduardo Alejandro Crowley, en las creencias satanistas racistas de Alberto Pike, en el culto de Lucifer Trust, el neo-paganismo de neohippies de las Naciones Unidas, etc.

La “nueva era” es el cúmulo de la infamia masónica de siglos, manipulación del conocimiento para diseñar una posmoderna religión a los zombis esclavos de la nueva Tiranía, cuando la Iglesia de Roma y Jerusalem haya quedado hecho ruinas, se levantará el “demonio” a gobernar. La “nueva era” es la línea cero del nihilismo, desocultando el ocultismo para dominar, la comercialización y mercantilización del conocimiento, la bajeza y ruindad para manipular y borreguizar. Esta época de decadencia está marcada por un vacío angustiante, un malestar incurable, una asfixia atroz, los mutantes de la racionalidad se han convertido ahora en expertos esotéricos, los más oportunistas y cerdos fascistas se llaman "sabios"....